Este fin de semana una nueva tragedia acaparó los titulares en los medios mexicanos se trata del homicidio de niñas en Ciudad Juárez. Las menores fueron acribilladas por un grupo de sicarios que disparó en más de 100 ocasiones en su contra y terminó dándoles el «tiro de gracia» (un balazo en la cabeza).
La niñas tenían 14, 13 y 4 años de edad y fueron asesinadas junto a su tío en Ciudad Juárez, en la frontera mexicana con Estados Unidos, según ha informado la Fiscalía General del estado de Chihuahua.
Al menos cinco hombres irrumpieron en lo que era una celebración familiar donde se encontraban las pequeñas Lindsay, Sherlyn y Arleth Sánchez Gordillo, muertas por impactos de bala en la cabeza junto con su tío Rafael Gordillo González, de 25 años.
En la escena del crimen fueron hallados 123 casquillos percutidos de cinco diferentes calibres, algunos de rifles AK-47, según detalles facilitados por la oficina de la Fiscalía en Ciudad Juárez. El fiscal Jorge Nava señaló como posibles responsables del crimen a ‘Los Mexicles’, un grupo de sicarios que opera como brazo armado del Cártel de Sinaloa, que tiene actualmente su feudo en el Valle de Juárez.
«Los Mexicles» una de las células armadas y más violentas del grupo criminal. Los reportes señalan que nacieron como una banda de robo de vehículos, asalto a comercio y extorsión. Fue formada por pandilleros deportados de Estados Unidos a México que inicialmente se asentaron en la zona norte del país.
De acuerdo con viejos documentos de la extinta Procuraduría General de la República (PGR), el mayor número de criminales que conforman esta célula habitan en las colonias Altavista, Felipe Ángeles y Chaveña. Fueron reclutados por el Cártel de Sinaloa para hacerle frente al Cártel de Juárez.
