SEGURIDAD EN LAS CARRETERAS

La DGT no va a fallar este verano: de drones a furgonetas y todo con lo que puede multarte

La Dirección General de Tráfico tiene todo preparado para implementar el operativo "Retorno del Verano"

La DGT no va a fallar este verano: de drones a furgonetas y todo con lo que puede multarte
Los drones serán la nueva herramienta de la DGT para vigilar el tráfico YT

La Dirección General de Tráfico (DGT) dispodrá de toda su tecnología para poner a andar el operativo «Retorno del Verano», una operación especial que se iniciará el próximo viernes 30 de agosto de 2019 a las 15:00 y culminará a las 24:00 del domingo 1 de septiembre.

Lo indispensable es la seguridad necesaria con la que se espera que los españoles puedan regresar a sus hogares, pero no es un secreto que la agencia de recaudación se frota las manos con los más de 5 millones de desplazamientos por carretera, por lo que ha dispuesto de 1.270 cinemómetros que están operativos para vigilar a los infractores en las carreteras, con drones, helicópteros, furgonetas, radares de tramo, entre otros.

Según ha reseñado ABC, Jorge Ordás, subdirector general de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la DGT, abordó el tema, y respecto de las ubicaciones de los radares ha explicado que los puntos que se seleccionan están vinculados con los excesos de velocidad, especialmente los tramos con más accidentes.

Y para dar credibilidad al sistema, se ubican en tramos con limitación genérica -no específica-, en carreteras convencionales. «Este año hay en instalación 75 nuevos equipos. Los últimos han sido ubicados en carreteras convencionales… en el futuro, daremos prioridad a los radares de tramo sobre los controles puntuales de velocidad».

Diferentes formas, misma sanción

La DGT controla la velocidad del tráfico en las carreteras mediante distintos métodos y dispositivos, en distintas ubicaciones. Estos son los distintos tipos de cinemómetros, en función de su colocación:

Fijos: cerca de 600 radares fijos son los encargados de controlar tramos peligrosos de carretera. Actualmente, por ley, los radares fijos consideran un margen de error de 5 km/h cuando la velocidad es inferior a 100 km/h para que se produzca la infracción, y de un 5 por ciento cuando se supera este límite. Si bien, la activación real de los radares fijos está establecida por la DGT a partir de una velocidad superior a 7 km/h cuando el vehículo infractor circula por debajo de 100 km/h y de un 7 por ciento cuando supera esa cifra de velocidad, según recogen desde RACE.

Veloster: son 60 los que están en funcionamiento. Estos compactos radares de apenas 50 cm de altura, debido a su reducido tamaño, pueden instalarse en los guardarraíles, así como en coches o motos de la Guardia Civil de Tráfico y pórticos o cabinas laterales tal y como ya ocurre con dispositivos móviles o fijos. Los también denominados Veloláser controlan hasta dos carriles de circulación y detectan hasta 250 km/h a una distancia de entre 15 y 50 metros. Asimismo, son tan efectivos tanto de día como de noche.

Pórticos: Estos equipos suelen ser radares propiamente dichos: una antena emite una señal, esta «rebota» contra el vehículo en movimiento y regresa a la antena. La variación producida en la frecuencia de la onda permite al radar calcular la velocidad del vehículo en ese instante. Son equipos automáticos, no precisan operador.

Postes: En su mayoría son del tipo radar, pero también los hay del tipo láser. Ubicados en el lateral de la vía.

Cabinas laterales: Pueden ser radares y cinemómetros láser. Estos últimos «disparan» varios haces de luz transversales a la calzada. Cuando un vehículo en movimiento los interrumpe, el dispositivo calcula su velocidad. Ambas tecnologías pueden controlar varios carriles en un mismo sentido de la circulación.

Vehículos: Instalados en vehículos patrulla, son operados por agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y de las policías locales, y pueden ser utilizados tanto en estático como en movimiento. La Guardia Civil ha empezado a utilizar furgonetas camufladas para vigilar el interior de los vehículos, según adelantó Telecinco. Empleadas, por ahora, solo en Galicia, estos vehículos permiten a los agentes un mayor campo de visión que un automóvil, por lo que son idóneas para echar un vistazo al interior de los turismos que circulan por las carreteras.

Así, facilitan por ejemplo sancionar a quién emplee el teléfono móvil al volante o no lleve el cinturón de seguridad. En apenas media hora, los agentes son capaces de detectar a cuatro infractores, lo que augura un gran futuro a esta nueva manera de sancionar.

Trípode: Situados en el margen la vía y operado por agentes.

De tramo: Constan de dos o más cámaras de visión artificial con sincronismo horario. Situadas en ambos extremos de un tramo de carretera de varios kilómetros, reconocen las matrículas de cada vehículo al principio y fin del tramo y calculan su velocidad media, sancionando a los que superan el límite de tramo. Este tipo de radares registran velocidades medias mantenidas, no puntuales. Desde 2015 también operan en carreteras secundarias. Actualmente (datos de junio de 2019) hay operativos 62 radares de tramo operativos. Desde AEA ofrecen su ubicación:

Pegasus: Doce helicóteros equipados con el radar «Pegasus» vigilarán este verano las carreteras desde el aire, en coordinación con los Centros de Gestión y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. El año pasado, los helicópteros de la DGT realizaron 3.370 horas de vuelo de vigilancia, controlaron a 67.400 vehículos y detectaron cerca de 20.000 infracciones, las más frecuentes fueron los excesos de velocidad, pisar marcas longitudinales continuas y no mantener la distancia de seguridad entre vehículos. Respecto a las denuncias por velocidad, la máxima captada por un Pegasus fue a 263 km/h. En todo el año, 120 vehículos fueron detectados circulando por encima de 200 km/h.

Drones: Actualmente el organismo cuenta con 11 drones, 3 de ellos certificados por el Centro Español de Metrología (CEM) que son los que han comenzado a denunciar y los 8 restantes se utilizan para la regulación y gestión del tráfico. La misión los drones es vigilar y registrar todo tipo de infracciones como utilización del móvil, no utilizar el cinturón de seguridad, no respetar señales como el ceda el paso, circular sobre zonas cebreadas, etcétera, (excepto excesos de velocidad ya que no disponen de radar) de vehículos en las carreteras para posteriormente sancionarles.

Sí multan, pero con ciertas limitaciones. Y es que estas pequeñas aeronaves, teledirigidas desde tierra por operadores específicamente formados, vienen a completar las labores de vigilancia que realiza la flota de helicópteros de la DGT sobre más de 160.000 kilómetros de carreteras en el territorio nacional. La altitud operativa estos drones es de hasta 120 metros, tienen una autonomía de 20 minutos, un radio de acción de 500 metros y equipan cámaras de alta definición con un alcance de visión de hasta 7 kilómetros.

 

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