Lo que muchos colombianos sabían se ha confirmado este jueves 29 de agosto.
Iván Márquez, anunció, después de ser jefe negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en los diálogos con el Gobierno colombiano, que regresa a “una nueva etapa en la lucha armada”. Dejando claro que el acuerdo de paz no fue más que una pantomima, un sueño orquestado en Noruega y en La Habana.
“Anunciamos al mundo que ha comenzado la segunda Marquetalia [el emblemático lugar donde nacieron las FARC hace más de medio siglo] bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de levantarse en armas contra la opresión”
Asegura que se encuentran en el río Inírida, en la región amazónica del sureste del país, cerca de las fronteras con Venezuela y Brasil. Pero informantes de inteligencia destacan que el grupo de excomandantes disidentes se encuentran en territorio venezolano, respaldados por la dictadura de Nicolás Maduro.
Márquez estuvo acompañado por el diputado Jesús Santrich, que tomó posesión el pasado 6 de junio y que está solicitado por EEUU, y justificaron su decisión haciendo responsable al gobierno de Colombia: «Todo esto, la trampa, la traición y la perfidia, la modificación unilateral del texto del acuerdo, el incumplimiento de los compromisos por parte del Estado, los montajes judiciales y la inseguridad jurídica, nos obligaron a regresar al monte».
Márquez afirmó que buscará aliados para retomar la fuerza terrorista que aterrorizaba a Colombia: «Buscaremos coordinar esfuerzos con la guerrilla del ELN y con aquellos compañeros y compañeras que no han plegado sus banderas que tremolan patria para todos», afirma. Márquez ya había criticado varias veces desde la clandestinidad la dejación de armas por parte de las FARC, lo que calificó de «error».
Mientras Márquez y Santrich ya están armados y amparados por los chavistas en el campo de batalla, el ahora político del partido FARC (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común), Rodrigo Londoño, alias «Timochenko», rechazó el regreso a las armas de sus excamaradas y afirmó y dijo a través de su cuenta de Twitter, «Las grandes mayorías seguimos comprometidos con lo acordado, aún con todas las dificultades o peligros que se avisoran, estamos con la paz».
Las grandes mayorías seguimos comprometidos con lo acordado, aún con todas las dificultades o peligros que se avizoran, estamos con la paz.
— Rodrigo Londoño (@TimoFARC) August 29, 2019
En declaraciones a La W Radio, el exlíder guerrillero aseguró que el grupo que anunció el retorno a la lucha armada no tiene la mayoría de la representación: «Más del 90% de los excombatientes se mantienen en el proceso de paz. Aquí estamos los más y, modestia aparte, los mejores».
Por su parte, Carlos Antonio Lozada, senador de las FARC, expresó: «Consideramos que es una gran equivocación».
Ahora las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, juegan en dos terrenos, en la lucha armada y «revolucionaria», y a su vez participan en la política, es decir en las instituciones democráticas, todo bajo las mismas siglas FARC.