Venezuela se encuentra sufriendo la peor crisis socioeconómica de su historia y no es por casualidad, los intereses de quienes durante los últimos 20 años han dirigido el país no han estado en cómo tener un país prospero, sino en enriquecerse de cualquier forma, y es precisamente esto lo que ha desvelado Emily Blasco para el ABC, detalles de las operaciones de narcotráfico y corrupción dirigidas por lo más alto de la cúpula chavista.
Según publica el periodista español, Venezuela habría utilizado los cargamentos de alimentos enviados desde México, en el marco de su programa de bolsas de comida CLAP, para recibir camuflado dinero en efectivo de los carteles mexicanos en pago por los envíos de droga remitidos por los dirigentes chavistas, todo ello según investigaciones del Departamento del Tesoro y otras agencias estadounidenses.
Los principales beneficiados de la operativa son Diosdado Cabello y Tareck El Aissami, quienes recibían transferencias en sus cuentas en bancos rusos provenientes de bancos comerciales de Costa Rica, gracias a las gestiones de Alunasa, una empresa estatal venezolana en el país tico.
Los barcos transportaban la comida desde México, pero también dinero en efectivo, por ello hacían una parada en el Puerto Limón para dejar el dinero en manos de los hombres de confianza del régimen quienes se encargaban de hacer las gestiones para que el dinero terminara en las cuentas rusas.
Así habría ocurrido con cargamentos gestionados por El Sardinero Es Servicio, S. A., la empresa mexicana que los últimos años más alimentos ha exportado a Venezuela, directamente o a través de filiales, para el programa de bolsas de comida de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de forma llamativa, ha catapultado a la empresa El Sardinero Es Servicio, S. A., favoreciéndola con un contrato de USD 70 millones, pero a través de la filial Surtipractic, para adquirir alimentos para la Policía Federal y estaría cerca de firmar un acuerdo para proporcionar la alimentación de la mayor parte de las cárceles federales mexicanas.
Pero según las investigaciones estadounidenses, la dictadura de Nicolás Maduro no habría elegido una empresa mexicana por casualidad.
«La hipótesis de los investigadores es que, dado el carácter de narcoestado de Venezuela, lo normal es que los dirigentes chavistas intentaran resolver la necesidad de alimentos que hay en el país al mismo tiempo que resolvían cómo obtener el pago por parte de los carteles mexicanos de la cocaína colombiana que sale a través de Venezuela»
Hipótesis que confirmaría la utilidad de Alex Saab y Álvaro Pulido como organizadores de la logística, ambos de nacionalidad colombiana y con trayectoria vinculada a actividades irregulares «(el primero ha sido especialmente vinculado a las FARC por parte de EE.UU.; el segundo ha estado en prisión por cargos de narcotráfico)». Entre los dos crearon la empresa Group Grand Limited, para la compra de alimentos en México (con sobreprecio y en algunos casos caducados), contando con el suministro de empresas mexicanas, como El Sardinero, cuyo presidente, Juan Carlos Fernández Francés, ha establecido una estrecha relación con el tándem Saab-Pulido.