Una multitudinaria marcha tomó este 25 de octubre de 2019 las calles del centro de Santiago de Chile para protestar por la desigualdad social en el país y exigir la puesta en marcha de profundas reformas sociales.
De acuerdo con cifras del gobierno citadas por medios locales, más de un millón de personas se concentraron en la Plaza Italia, un centro neurálgico de la capital chilena.
«Hay gente de forma transversal, sin ninguna distinción, es un mensaje claro para hacer un cambio en nuestro país (…). Representan el sueño de un Chile nuevo», dijo la intendenta metropolitana, Karla Rubilar.
Convocada y seguida en redes sociales como «la marcha más grande de Chile» tras una semana de protestas en el país, ya es considerada como la más masiva desde el retorno de la democracia a Chile.
La muchedumbre rebosó el epicentro del descontento social para reclamar la salida del presidente Sebastián Piñera por la represión y presuntas violaciones de los derechos humanos cometidas por las fuerzas del orden contra los manifestantes en días anteriores.
También por considerar insuficientes el paquete de medidas propuesto por el mandatario para contentar las peticiones de mejores pensiones y salarios, y de precios más justos para la luz, el gas, la educación universitaria y los servicios de salud.
Entre la multitud comenzó a desplegarse una gigantesca bandera con el lema “Chile despertó”, la consigna que ha proliferado por las redes sociales, acompañado de la frase “No estamos en guerra”, en referencia a la declaración de guerra que hizo Piñera contra los causantes de incendios en supermercados y estaciones del Metro.
Otra gran pancarta solicitaba “asamblea constituyente” para redactar una nueva Constitución que reemplace la Carta Magna de la dictadura que rige en Chile desde 1980 y a la que los manifestantes culpan del modelo económico neoliberal que ha agudizado la desigualdad entre las distintas clases sociales.
“Por la dignidad de nuestro pueblo, a la calle sin miedo”, se leía en otro gran cartel que se colgó desde lo alto de uno de los edificios que rodean la emblemática plaza santiaguina.
En el centro de la plaza protestaban hermanadas las barras bravas de la Universidad de Chile, Colo Colo y Universidad Católica, los tres clubes más históricos del fútbol chileno.
Ni siquiera las dos Copas América que la selección chilena conquistó en 2015 y 2016 habían logrado reunir a tanta gente en la Plaza Italia.
Con esta masiva manifestación se dio así inicio a un nuevo fin de semana de unas protestas que van en aumento desde que estallasen por el alza de las tarifas en el Metro de Santiago de 800 pesos (1,10 dólares) a 830 pesos (1,14 dólares), lo que agotó la paciencia de los chilenos.