Andrés Manuel López Obrador llegó a un año de gobierno este mes de diciembre y la verdad es que el presidente mexicano no se ha escondido, ha tomado decisiones, ha dado muchas declaraciones y si algo que le caracteriza es que siempre mantiene viva alguna controversia.
La mayoría de las inconformidades provienen de quienes AMLO, como se conoce en México al presidente, define como «mis adversarios».
Pero algunos proyectos y programas también fueron criticados por sus aliados y seguidores, como el plan para construir el Tren Maya en la Península de Yucatán.
Y por el contrario hay decisiones de López Obrador que inclusive tuvieron el respaldo de la oposición.
Un ejemplo fue la negociación para concretar el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En este primer año de gobierno quedó claro el estilo de AMLO para ejercer la presidencia, le dice a BBC Mundo el analista Eduardo Huchim.
«Es uno de los cambios notables, la forma de gobernar», explica. «Algunos critican su terquedad que es cierta, porque se necesita tenerla para hacer ciertas cosas«.
«Pero no pretende tener siempre la razón, retrocede y rectifica cuando es necesario, lo cual se traduce en una nueva relación entre el presidente y el resto de los poderes».
Este domingo, AMLO presentó en el Zócalo de Ciudad de México el informe de su primer año como presidente ante miles de personas, donde repasó sus logros y reconoció que economía y seguridad son sus grandes temas pendientes.
«No ha habido crecimiento económico como deseamos, pero existe una mejor distribución de la riqueza, el presupuesto no se queda ‘arriba’ como antes, ahora llega a la gente», dijo.
«La disminución de la incidencia delictiva en el país constituye nuestro principal desafío, pero estamos seguros de que vamos a pacificar a México», agregó.
Con motivo de este primer año en el gobierno, BBC Mundo analiza algunas decisiones y proyectos que han sido respaldados por los adversarios de López Obrador, y otros más cuestionados por sus seguidores.
Reconocidos por los críticos: la negociación del T-MEC
López Obrador enfrentó su primer reto antes de asumir la presidencia: reactivar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Desde 2017 el presidente de Estados Unidos amenazó con sacar a su país del acuerdo, lo cual implicaría su cancelación.
Al 1 de julio de 2018, cuando AMLO ganó la elección presidencial, las negociaciones estaban estancadas, lo cual provocaba incertidumbre en los mercados financieros.
Una de las primeras decisiones del entonces presidente electo fue enviar a un representante personal a las conversaciones con Canadá y Estados Unidos.
En octubre de ese año se concretó un nuevo acuerdo, llamado Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El resultado de la negociación fue apoyado por algunos de sus críticos, como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
El grupo empresarial es un férreo opositor a la mayoría de las decisiones económicas y de seguridad del gobierno. Pero en el caso del T-MEC fue diferente.
«La continuidad de la relación con nuestros socios de América del Norte a través del T-MEC permite apreciar que el gobierno tiene claro que es de vital importancia el cuidar y estrechar vínculos comerciales de largo plazo con Estados Unidos y Canadá», señaló la Coparmex.
Sin embargo, el Tratado aún no entra en vigor porque sólo México lo ha ratificado.
El proceso en Estados Unidos está detenido por los conflictos entre Donald Trump y legisladores del partido Demócrata. Canadá espera la ratificación estadounidense.
Corrupción, la prioridad
Uno de los temas que más respaldo tiene es la lucha contra la corrupción que emprendió López Obrador desde los primeros días de su gobierno.
Parte de la estrategia fue modificar el código penal para clasificar al delito como grave y evitar que los acusados por esa práctica permanezcan en libertad mientras enfrentan un juicio.
El plan también contempla una reducción a los salarios de altos funcionarios, y la orden para que ningún miembro del servicio público cobre un sueldo mayor al del presidente.
El salario de López Obrador es de 108.000 pesos mensuales, unos US$5.700
El presidente insiste que la corrupción es el principal problema del gobierno y de México, y por eso combatirla es su mayor prioridad.
«Si me piden que exprese en una frase cuál es el plan del nuevo gobierno, es acabar con la corrupción y la impunidad», dice.
Becas, empleo, pensiones…
Entre los ejes principales en el gobierno de AMLO se encuentra su política social, especialmente los programas de becas para estudiantes, empleo y capacitación a jóvenes, así como mayor pensión para ancianos.
La estrategia es criticada por algunos, pero también tiene reconocimiento de organismos empresariales y asociaciones civiles.
El plan se enfoca en la población más vulnerable como indígenas, campesinos pobres, jóvenes desempleados, amas de casa, niños, adultos mayores y personas con discapacidad.
Para ello se establecieron programas de empleo, créditos financieros sin intereses y precios de garantía para algunos granos y la producción de leche.
En el primer año de gobierno se duplicó la pensión para ancianos, que actualmente es de 2.550 pesos, unos US$134 al mes.
El dinero se entrega directamente a los beneficiarios y no a través de organizaciones sociales, como ocurría en los gobiernos anteriores.
Organismos como el Consejo Coordinador Empresarial reconoce que programas como el de empleo para jóvenes son un elemento positivo del actual gobierno.
Criticados por los seguidores: el polémico Tren Maya
En el proyecto de infraestructura del gobierno de AMLO destaca la construcción de una línea de ferrocarril en el sureste del país.
Es el Tren Maya que pretende comunicar la zona arqueológica de Palenque, Chiapas, con la zona de la Riviera Maya en Quintana Roo.
El ferrocarril, con una extensión de 1.500 kilómetros, cruzaría algunas de las selvas y regiones naturales protegidas y por eso es cuestionada no sólo por ambientalistas, sino también por simpatizantes de López Obrador.
Un ejemplo es el fallecido pintor Francisco Toledo quien dijo que la obra «va a ser un desastre ecológico».
Cuando se anunció el proyecto Toledo pidió a López Obrador que se garantizara a las comunidades indígenas de la zona su derecho a la consulta.
El presidente asegura que el Tren Maya no causará problemas ecológicos. También insiste en que el proyecto será consultado. «Se va a respetar la voluntad de los ciudadanos» dice.
«Si la gente dice ‘sí’, vamos. Ya tenemos los recursos disponibles para el inicio. Si la gente dice ‘no’ hasta ahí llegamos».
La consulta para decidir el futuro de la obra que tendría un costo de entre US$6.000 y US$8.000 millones, está programada para el 15 de diciembre.
El acuerdo migratorio con Trump
Al inicio de su gobierno López Obrador enfrentó una inédita oleada de migración irregular. Miles de centroamericanos cruzaron la frontera sur, muchos en caravanas que partieron desde Honduras.
Al principio México ofreció permisos de estancia y empleo a los migrantes. Pero en pocos meses cambió la estrategia.
En junio Donald Trump amenazó con imponer aranceles a todas las importaciones mexicanas de su país si no bajaba el número de migrantes irregulares.
Para evitar las sanciones el gobierno mexicano estableció una controvertida estrategia de 90 días, que implicó el despliegue de 6.000 elementos de la Guardia Nacional en las fronteras.
El plan recibió fuertes críticas, inclusive de quienes respaldan al presidente.
Un ejemplo es el investigador Jaime Cárdenas quien fuera diputado por el Partido del Trabajo, uno de los aliados de AMLO.
«Entiendo las razones pragmáticas que tuvo el gobierno, pero no me parece adecuado que México le haga la tarea migratoria a Estados Unidos», dice a BBC Mundo.
Al final la estrategia redujo el número de migrantes irregulares según datos del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
En mayo el registro fue de 144.278 personas. Para septiembre, cuando se cumplió el plazo negociado con Trump, la cifra disminuyó a 63.755 migrantes irregulares.
Cultura, la polémica
En el presupuesto fiscal de 2019 la asignación de recursos a la Secretaría de Cultura se redujo en 3,9%
AMLO también criticó el programa de becas y subsidios para algunos creadores o revistas culturales.
Los recortes presupuestales y el cuestionamiento presidencial molestó a algunos como el actor Gael García Bernal.
«La cultura es una cosa muy abstracta, es una lástima que exista una sensación de que no es importante de que es un tema aparte» dijo.
En respuesta, López Obrador aseguró que el apoyo a la cultura de su gobierno es inédito.