Los Gobiernos de Perú y Ecuador profundizaron hoy su proceso de integración con la firma de una serie de acuerdos que incluyen la creación de consulados unificados y la puesta en marcha de nuevas obras de infraestructura en su frontera común.
Los acuerdos se suscribieron en el inicio de una visita oficial de dos días del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien recibió hoy una efusiva muestra de «hermandad y profundo afecto» de su homólogo peruano, Alan García.
Tras reunirse en privado en el Palacio de Gobierno limeño, los gobernantes presenciaron la firma de los acuerdos, entre ellos uno de cooperación para brindar asistencia diplomática a sus ciudadanos en los lugares donde no exista representación consular de alguno de los dos países.
El acuerdo, que fue suscrito por el canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, y el ecuatoriano, Ricardo Patiño, permitirá la constitución de «embajadas binacionales» en Suecia, donde Ecuador asumirá la representación peruana, y en Argelia, donde Perú representará los intereses ecuatorianos, destacó García.
Los ministros de Exteriores también intercambiaron notas para la habilitación de pasos de frontera hacia la localidad ecuatoriana de Morona-Santiago para fomentar el tránsito y el comercio bilateral.
Los ministerios de Defensa suscribieron igualmente una propuesta para el establecimiento de un sistema de apoyo mutuo en el caso de desastres naturales, a cargo de sus fuerzas armadas.
Asimismo, se suscribió otro acuerdo para el inicio de obras, en octubre próximo, del proyecto de irrigación en el río Puyango-Tumbes, que convertirá a «decenas de miles de hectáreas» de terrenos arenosos en campos de cultivo, según García.
El presidente peruano enfatizó que este proyecto esperó «cien años», en los que ambos países discutieron «de espaldas» sobre su viabilidad, pero afirmó que ahora se vencieron las «dificultades burocráticas».
Al inicio de su encuentro, García y Correa ratificaron la «hermandad» entre sus pueblos y su vocación de construir una integración «indisoluble» tras haber superado sus antiguas diferencias territoriales.
El presidente peruano remarcó que los dos países han retomado el «camino de la acción conjunta» y que «se reencuentran para recuperar el tiempo perdido» tras las disputas que los enfrentaron en los siglos XIX y XX, la última de ellas en 1995 en la llamada «Guerra del Cenepa».
«Nunca se ha hecho tanto por nuestros pueblos como en estos años», dijo en referencia al intenso proceso de integración que llevan adelante desde la firma del Acuerdo de Paz de Brasilia, de 1998.
García no ahorró elogios para su visitante y señaló que en todos estos temas se ha avanzado gracias «a su voluntad y al trabajo de sus ministros».
Emocionado por esta recepción, el gobernante ecuatoriano llamó «querido presidente hermano» a García y se dirigió al «querido pueblo peruano» para reafirmar la voluntad integradora.
«Qué alegría estar en esta tierra hermana, que por estas cosas incomprensibles estuvo por muchas décadas muy lejana», manifestó Correa para luego coincidir en que ambos países tienen «que recuperar ese tiempo perdido».
«Ecuador y Perú atraviesan los mejores momentos de su relación bilateral, esas son buenas noticias; debemos aprovechar esa armonía para recuperar ese tiempo perdido. Tenemos un pasado común y creo que debemos tener también ese futuro común», añadió.
En una rueda de prensa posterior, Correa aclaró que su país no tiene necesidad de responder a una notificación de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) sobre el diferendo entre Perú y Chile, porque no tiene ningún problema de límites con esas naciones.
La CIJ había pedido la opinión de Ecuador en el tema, ya que Chile argumenta que sus límites marítimos con Perú fueron establecidos en dos tratados firmados en los años cincuenta, que también suscribió Ecuador, y que para los peruanos sólo son acuerdos de pesca.
El presidente ecuatoriano llegó a Lima un día después de la celebración de la 40 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) y en medio de la expectativa por la posición que tomará su país en el litigio entre Perú y Chile.
La visita oficial de dos días también le permitirá a Correa reunirse con autoridades del parlamento y la judicatura, además de empresarios y académicos peruanos.
