El presidente de Chile, Sebastián Piñera, informó este sábado que ha solicitado al ministro de Asuntos Exteriores del país, Alfredo Moreno, y al embajador de Chile en Naciones Unidas, Octavio Errázuriz, realizar las gestiones necesarias para evitar la muerte del disidente cubano Guillermo Fariñas que mantiene una huelga de hambre desde el mes de febrero y según declaró ayer al diario oficial cubano ‘Granma’ el jefe de los Servicios de Terapia Intensiva del hospital en el que se encuentra ingresado, corre «peligro potencial de muerte».
«He pedido al Canciller y a nuestro embajador en Naciones Unidas que hagan todas las gestiones necesarias frente al gobierno de Cuba y frente a Naciones Unidas, para intentar salvar la vida de Guillermo Fariñas», dijo el mandatario en un acto público, según recoge el diario chileno ‘La Tercera’. Su intención es que «no se repita la triste historia de Orlando Zapata», en referencia al disidente cubano que falleció en febrero tras más de 80 días de huelga de hambre.
Guillermo Fariñas, de 48 años, se encuentra ingresado desde el pasado 11 de marzo en el Hospital Provincial Arnaldo Milián de la localidad de Santa Clara, a 270 kilómetros al este de La Habana, cuando sufrió una recaída poco después de iniciar su huelga de hambre número 23, para exigir la liberación de 26 presos políticos enfermos.
El jefe de los Servicios de Terapia Intensiva de este centro hospitalario, Armando Caballero, advirtió este sábado que Fariñas se encuentra «al límite» debido a la huelga de hambre y a pesar de los cuidados que le dispensan. «Hoy el paciente tiene un peligro potencial de muerte», afirmó Caballero en una entrevista publicada por el diario oficial ‘Granma’. Caballero explicó que Fariñas tiene un trombo en las venas del cuello. «Ese trombo tiene un gran peligro, pues puede desprenderse e ir directo al corazón y de ahí a los pulmones, y provocar un trombembolismo pulmonar que puede matar a una persona», dijo.