La intervención de Correa ante el Parlamento venezolano se enmarcó en su visita de dos días a Venezuela que inició ayer lunes y que incluye la celebración hoy, de una reunión de trabajo con Chávez
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, resaltó en Caracas el compromiso de los verdaderos socialistas con el proceso de integración de América del Sur, como única vía para concretar la «segunda independencia» de la región.
Al intervenir como orador de orden en la sesión especial de la Asamblea Nacional (Parlamento) de Venezuela conmemorativa del 199 aniversario del Día de la Independencia, Correa habló de los «excesos de la globalización» y de la necesidad de que la región construya una nueva y propia arquitectura financiera para eludirlos.
En un discurso centrado en la gesta independentista de hace 200 años, transmitido en cadena nacional obligatoria de radio y televisión, el mandatario ecuatoriano afirmó que esa «lucha pertenece» a los defensores del llamado socialismo del siglo XXI.
«Se nos trata de acusar al socialismo del siglo XXI de que coartamos la libertad (…) todo lo contrario (…) creemos en la libertad pero con justicia», afirmó Correa.
Alertó que «el mayor peligro para los socialistas del siglo XXI» no es la oposición de derecha sino quienes «toman nuestra propia bandera y, con fundamentalismos e infantilismo» le hacen daño al proceso.
Puso como ejemplo «ciertos movimientos indigenistas» y de «conservacionistas» que promueven «sin sentidos» y «apologías del primitivismo» como «no aprovechar las inmensas riquezas que la naturaleza» ha dado a la región y seguir como «mendigos sentados en un saco de oro».
Los pueblos latinoamericanos, sostuvo Correa, «siguen luchando para lograr una segunda y definitiva independencia», la cual conducirá al pleno desarrollo y se concretará solo con la «integración» regional en todos los aspectos.
Por eso, agregó, fue creada la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), cuyo fortalecimiento permitirá a la región enfrentar los «excesos de la globalización», como la «explotación entre las naciones».
«Desde la Unasur debemos construir una nueva estructura financiera» con el objetivo de «hacer a Suramérica menos vulnerable» ante situaciones como la «crisis financiera que estamos viviendo» y de la que la región no fue causante sino solo «víctima», dijo.
Habló de la necesidad de la existencia del «Banco del Sur y de un fondo común de reservas» para acabar «con el absurdo de seguir financiando al primer mundo» donde están depositadas las reservas monetarias de la región, entre otros mecanismos.
Al tomar la palabra tras la intervención de Correa, el presidente venezolano, Hugo Chávez, reiteró que «la unión es el único camino a la libertad y progreso», y advirtió que ese proceso «no puede depender de las ideologías» de los Gobierno de turno en los países de la región.
«No nos importa que los Gobiernos sean de izquierda o derecha, no tenemos ningún plan para exportar revolución alguna. La revolución venezolana es venezolana, la revolución ecuatoriana es ecuatoriana», dijo el mandatario venezolano.
Volvió a acusar a Estados Unidos de promover «conflictos» entre los países de la región para obstaculizar el proceso de integración, y citó como ejemplo de ello, el ataque del Ejército colombiano a un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano ocurrido en 2008.
A raíz de ese ataque, en el que murió el entonces número 2 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), «Raúl Reyes», además de otra veintena de personas, Ecuador rompió relaciones con Colombia, y los dos países se encuentran ahora en proceso de normalización de nexos diplomáticos.
«El camino de la unión requiere que nos respetemos (…) Colombia ha elegido nuevo presidente», Juan Manuel Santos, que va a ser respetado » siempre que respete a los demás Gobiernos que somos libres, independientes», afirmó Chávez.
La intervención de Correa ante el Parlamento venezolano se enmarcó en su visita de dos días a Venezuela que inició ayer lunes y que incluye la celebración hoy, de una reunión de trabajo con Chávez para hacer seguimiento a los acuerdo bilaterales vigentes.
Hoy más temprano, el mandatario ecuatoriano encabezó junto a Chávez la colocación de los «restos simbólicos» de la heroína quiteña Manuela Sáenz en el Panteón Nacional, junto a los del prócer venezolano Simón Bolívar, de la que fue amante y compañera en la lucha independentista.
Ambos gobernantes depositaron al lado del sarcófago de Bolívar un cofre con tierra de la localidad peruana de Paita, donde murió en 1856 la llamada «Libertadora del Libertador», y que simboliza sus restos, en una solemne ceremonia en homenaje a la mujer cuyo recuerdo ha entrado en el máximo altar patrio de Venezuela.