La impresión general es que Chávez trata de distraer a los venezolanos
El presidente Hugo Chávez reveló a los noctámbulos de Twitter lo que hasta las dos de la madrugada de ayer no había querido informar el Gobierno: que en la noche del jueves un equipo de fiscales y policías científicos exhumaron los restos del Libertador Simón Bolívar para determinar la causa de su muerte, ocurrida en 1830.
«Hola mis amigos. ¡Qué momentos tan impresionantes hemos vivido esta noche! ¡Hemos visto los restos del gran Bolívar!«, anunciaba el primer tuit presidencial.
LA ORDEN PRESIDENCIAL
El Gorila Rojo dio la orden y sin pestañear, un equipo multidisciplinario de medio centenar de forenses ha analizado este viernes los restos del Libertador Simón Bolívar en Caracas.
La operación, que comenzó el jueves y duró unas 19 horas, fue revelada más tarde por el presidente Chávez, hacia la una de la madrugada (5.30 GMT) a través de su perfil en la red social Twitter.
«A partir de esta misma madrugada estaremos informando detalles del procedimiento científico que se vino siguiendo con los restos heroicos de Bolívar».
«Hola, mis amigos! Que momentos tan impresionantes hemos vivido esta noche! Hemos visto los restos del gran Bolívar! Dije con Neruda: Padre nuestro que estás en la tierra, en el agua y en el aire. Despiertas cada cien años cuando despierta el pueblo».
«Confieso que hemos llorado, hemos jurado. Les digo: tiene que ser Bolívar ese esqueleto glorioso, pues puede sentirse su llamarada».
«Dios mío, Dios mío; Cristo mío, Cristo nuestro, mientras oraba en silencio viendo aquellos huesos, pensé en ti! Y cómo hubiese querido y cuánto quise que llegaras y ordenaras como a Lázaro: levántate Simón, que no es tiempo de morir. De inmediato recordé que Bolívar vive!».
LA MANIOBRA DEL GORILA
El objetivo oficial de la exhumación, según versiones difundidas en la capital venezolana, es aclarar si Bolívar murió de tuberculosis, versión consolidada históricamente, o si fue asesinado, hipótesis defendida por Chávez.
La apertura del sarcófago del Libertador, que reposa en el Panteón Nacional, no había sido anunciada oficialmente. El proceso estuvo a cargo de un científico español, el profesor José Antonio Llorente, director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada.
A través de la televisión oficial, Llorente ha dicho que la investigación se ha hecho «en silencio, no en secreto (…) respetando al máximo el cuerpo del Libertador Bolívar» y calificó su trabajo como «neutral».
LO INCONFESABLE
El objetivo real es más inconfesable. Mientras Chávez teoriza sobre las causas de la muerte del Libertador, sus críticos aseguran que se trata de una maniobra de distracción para intentar tapar la cruda realidad de un país sumido en una profunda crisis.
La inflación -en el 31% en junio, la más alta de América Latina- obliga a los ciudadanos a rascarse cada vez más el bolsillo; la economía entró en recesión el año pasado y siguió en números rojos en el primer trimestre de 2010.
Además, se han hallado más contenedores con comida descompuesta por la supuesta mala gestión de la empresa estatal responsable de su importación (Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos, filial de Petróleos de Venezuela).
En total, se han descubierto más de 130.000 toneladas de alimentos podridos en puertos y almacenes, que debían ser distribuidos en la red pública de mercados populares.
En Venezuela, además, ya comenzaron extraoficialmente las campañas de los partidos para las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre.
LA VERSIÓN DEL LIDER BOLIVARIANO
«Yo no me convencí de que Bolívar murió de tuberculosis», porque «tres meses antes de morir, Bolívar recorrió no sé cuántos kilómetros hasta Bogotá«, dijo en noviembre de 2007.
El arsénico pudo haber contribuido a la muerte de Simón Bolívar, según un médico de la universidad Johns Hopkins que cuestiona el diagnóstico de tuberculosis esgrimido tradicionalmente como la causa de la muerte en 1830 del prócer de la independencia suramericana.
Pero fueron los médicos, y no una traición, lo que llevó a Bolívar a consumir arsénico, afirmó el doctor Paul Auwaerter, quien presentó su caso el viernes en una conferencia anual en la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland sobre la muerte de figuras famosas, explicó AP.
El arsénico era un tratamiento común en esa época y pudo haber contribuido a la muerte de Bolívar, afirmó.
«La tuberculosis ha sido la explicación convencional durante muchos años, pero no tiene sentido».
«Realmente no explica sus últimos seis meses».
No se informó entonces que Bolívar hubiese escupido sangre. Las flemas y fluidos verdes que se hallaron alrededor de su corazón sugieren una infección bacterial y no tuberculosis.
UN ÍDOLO PARA CHÁVEZ
El prócer venezolano es un ídolo para el presidente Hugo Chávez. Dirigentes universitarios dijeron que la embajada venezolana planea enviar representantes al encuentro, incluso un funcionario que dirigió un consejo que Chávez convocó para examinar la muerte del Libertador.
Auwaerter dijo que sus conclusiones no apoyan conspiración alguna.
Si bien el arsénico pudo causar muchos de los problemas de salud de Bolívar, probablemente lo tomaba como un tónico, y además pudo haberlo consumido inadvertidamente por medio de alimentos y agua contaminados, agregó.
«No apoyo la teoría del asesinato».
UN HÉROE MALTRATADO
Bolívar es uno de los mayores héroes de Hispanoamérica, que ayudó a la liberación de países desde Bolivia (llamada así en su honor) hasta Venezuela. Para 1830 padecía de mala salud, fiebre, pérdida de conciencia, jaquecas, aliento entrecortado, pérdida de peso, problemas cutáneos y otras dolencias.
El doctor John Dove, un cirujano ortopédico retirado y experto en Bolívar, de Acharacle, Escocia, quien también fue invitado a hablar en la conferencia, dijo que se hicieron varios atentados contra la vida del prócer, y la lista de sospechosos incluía a sus generales, que libraban una lucha por el poder con el líder.
«Había mucha gente a la que le habría gustado liquidarlo».
Pero Dove cree que para 1830, Bolívar se estaba muriendo y el arsénico pudo haber tenido su influencia, aunque apoya el diagnóstico de la tuberculosis.
La conferencia se lleva a cabo anualmente. En el pasado, los investigadores han examinado los diagnósticos de figuras históricas como el faraón Tutankamón, Cristóbal Colón y Abraham Lincoln.