La Fuerza Armada de Venezuela ha advertido este viernes de que está dispuesta a dar una «respuesta contundente» si las autoridades colombianas «violan» el territorio venezolano, al expresar su «apoyo incondicional» a la decisión del presidente Hugo Chávez de romper relaciones con Bogotá.
«Cuente el gobierno con una respuesta contundente (…) si fuerzas extranjeras intentasen de alguna manera violar el sagrado suelo» de Venezuela, señala un comunicado de las Fuerzas Armadas leído por el ministro venezolano de Defensa, general Carlos Mata Figueroa, en la televisión estatal.
Chávez anunció este jueves la ruptura de las relaciones con el vecino país momentos después de que Colombia presentara ante la Organización de Estados Americanos (OEA) pruebas sobre la supuesta presencia de unos 1.500 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en territorio venezolano.
«Tomando en cuenta las agresiones (del Gobierno colombiano) manifestamos nuestra profunda convicción de velar junto a nuestro glorioso pueblo por la soberanía e independencia de esta nación», expresa el texto militar.
Figueroa aprovechó la ocasión para desmentir «categóricamente» las acusaciones de Bogotá sobre la supuesta tolerancia a la presencia de subversivos y ha asegurado que «han sido enormes los esfuerzos realizados dirigidos a combatir el contrabando, el narcotráfico, el secuestro y la extorsión en las zonas fronterizas» hechos derivados «de la guerra civil que desde hace años vive nuestro hermano pueblo Colombia».
Para el ministro de Defensa lo ocurrido en la OEA forma parte de los intentos del Gobierno de Alvaro Uribe de «empañar con agresiones y acusaciones temerarias las acciones del Estado venezolano» y le ha instado a «explicar la presencia en su territorio de las fuerzas armadas extranjeras», al referirse a las siete bases militares que Estados Unidos instalará en Colombia en el marco de una acuerdo que ha sido duramente criticado por varios países de la región.
Finalmente, las autoridades castrenses responsabilizaron «a la oligarquía colombiana y a su actual Gobierno si estas naciones hermanas tiñen de sangre su historia» producto de la supuesta «actitud guerrerista» de las autoridades colombianas.
Entretanto, la situación en los más de 2.000 kilómetros de frontera común sigue siendo normal y todos los pasos fronterizos permanecen abiertos un día después de la ruptura de las relaciones. Por el momento no se han registrado hechos relevantes, según han confirmado el teniente coronel de la Guardia Nacional, Alfredo González.
Por el momento, ninguno de los gobiernos han manifestado aún su intención de desplegar tropas militares en la zona limítrofe, aunque Chávez ordenó este jueves activar la «alerta máxima» en los diferentes puntos fronterizos, al advertir que Uribe es «capaz de cualquier cosa».