El Gobierno de Venezuela no coopera plenamente en la lucha antiterrorista y las FARC y el ELN usan su territorio, pero «no está claro hasta qué grado provee apoyo» a esos grupos guerrilleros colombianos, afirmó hoy el Gobierno de EE.UU.
El Departamento de Estado divulgó hoy su informe anual sobre el terrorismo en el mundo, en el que recalca que Venezuela fue en 2009 uno de los países que no cooperaron con Estados Unidos en la lucha antiterrorista, como ocurre desde el año 2006.
En el informe de la Oficina del Coordinador de la Lucha Antiterrorista de ese departamento se destaca que el presidente Hugo Chávez continuó el año pasado «fortaleciendo la relación» con Irán, que es calificado por EE.UU. como el Estado patrocinador del terrorismo «más activo» en su informe de este año.
Además, la Oficina recalca que la cooperación entre EE.UU. y Venezuela se «ha reducido al absoluto mínimo» desde la firma en 2009 de un acuerdo de cooperación militar que permite a militares estadounidenses el uso de bases en Colombia
Con relación a las guerrillas colombianas, el informe señala que, según las informaciones disponibles, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) entran a territorio venezolano para «descansar y reagruparse», así como para «extorsionar» y «secuestrar» a venezolanos con el fin de poder financiar sus actividades.
«Las FARC, al igual que el segundo grupo rebelde colombiano más grande, el ELN, usaron de manera regular el territorio venezolano para descansar y reagruparse, para el narcotráfico y para las extorsiones a cambio de protección y el secuestro de venezolanos para financiar sus operaciones», recalca EE.UU.
Sin embargo, señala que es difícil determinar «hasta qué grado el Gobierno de Venezuela proveyó apoyo» a esos grupos armados en el periodo analizado.
El Gobierno de EE.UU. recuerda en el informe que Colombia ha acusado a Venezuela en varias ocasiones de albergar y ayudar a líderes de las FARC en territorio venezolano, pero no hace mención expresa a las denuncias hechas por el Gobierno del presidente saliente Álvaro Uribe ante la Organización de Estados Americanos (OEA) el pasado 22 de julio.
En esa sesión, Colombia afirmó, apoyada en mapas, vídeos y documentos, que hay unos 1.500 guerrilleros colombianos en Venezuela, lo que llevó al presidente Chávez a romper inmediatamente las relaciones bilaterales.
De acuerdo con EE.UU., munición y armas de reservas e instalaciones oficiales venezolanas acabaron en manos de estos grupos armados colombianos, como unos lanzacohetes de fabricación sueca que el Gobierno de Chávez calificó en su día como «inservibles».
No obstante, EE.UU. afirmó que, pese a todo, en 2009 hubo «alguna cooperación antiterrorista limitada» entre Venezuela y Colombia.
El Departamento de Estado también acusa a Venezuela de «servir como santuario para al menos un presunto grupo terrorista no colombiano», en referencia a la detención en abril del año pasado del presunto miembro de ETA Iñaki Landazabal Echevarria y la negativa del Gobierio de Chávez a extraditarlo.
El informe señala también que existe «un ambiente operacional permisivo para narcotraficantes» en Venezuela y entre las causas menciona una presunta «corrupción» dentro del Gobierno venezolano y el Ejército y los lazos ideológicos con las FARC, así como una débil cooperación antiterrorista internacional.
Salvo algunas actividades limitadas como el bombardeo de pistas de aterrizaje remotas en la frontera, «hay poca evidencia de que el Gobierno de Venezuela vaya a mejorar esta situación en el futuro próximo», afirmó el Departamento de Estado.
El coordinador de la Oficina Antiterrorista del departamento de Estado, Daniel Benjamin, dijo al presentar el informe que EE.UU. mira «muy cuidadosamente» los informes sobre las presuntas relaciones entre el Gobierno de Venezuela y las FARC para «determinar la verdad sobre las mismas».