El presidente paraguayo, Fernando Lugo, reafirmó hoy, a su regreso de Brasil, donde en los últimos días se trató de un cáncer linfático, que está en condiciones de completar su mandato constitucional, que termina el 15 de agosto de 2013.
«Afortunadamente para mí, para mi persona, para el ser humano que tienen ante ustedes, el cuadro es controlable y reversible», dijo Lugo en un mensaje leído al país en el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi.
El gobernante destacó que con ese objetivo se realizó el jueves la primera sesión de quimioterapia en el hospital Sirio-Libanés tras la serie de exámenes que localizaron la enfermedad en tres partes de su cuerpo.
A las otras cinco sesiones de quimioterapia se someterá en Asunción en intervalos de 21 a 25 días, preferentemente los fines de semana para no interferir con sus obligaciones institucionales, según sus médicos.
Los exámenes realizados en Sao Paulo confirmaron el diagnóstico de linfoma en un ganglio inguinal -que le fue extirpado el 4 de agosto-, en un nódulo en el mediastino (tórax) -que no puede ser extraído- y en una lesión extra linfática en la tercera vértebra.
El gobernante insistió en que el mal «no ocasionará restricciones al desarrollo de la agenda del Gobierno», del que este domingo cumplirá dos años de un mandato de cinco, y enfatizó que «no es solamente una expresión de deseo sino una constatación realizada por los propios médicos».
«Por tanto, no esperen ver a un presidente decaído sino a uno renovado, con energías para avanzar sin pausas, sin interrupciones, sin descanso por el logro de los grandes objetivos sociales y políticos trazados en nuestra agenda», subrayó en un emotivo mensaje.
Con esas expresiones, el gobernante salió al paso de algunos legisladores de la oposición como el titular presidente del Senado y del Congreso, Óscar González Daher, quien dejó entrever una eventual sucesión «si es que Lugo se va a hacer un tratamiento que le va a imposibilitar gobernar».
La Constitución prevé un relevo directo por el vicepresidente y la convocatoria a elecciones para elegir al sustituto del segundo del Ejecutivo si el cambio ocurre en los primeros tres años del mandato, mientras que si se produce en los últimos dos años es el Congreso el que lo designa.
Lugo llegó a las 09.40 hora local (13.40 GMT) en el mismo avión de la Fuerza Aérea Brasileña que el pasado martes le trasladó a Brasil con una comitiva integrada, entre otros, por dos miembros de su gabinete y otros tantos médicos que le atienden.
El recibimiento en el aeropuerto Silvio Pettirossi fue encabezado por Federico Franco, vicepresidente del país y quien le sustituyó en los últimos cuatro días, y acompañado por ministros, jefes militares y algunos miembros del cuerpo diplomático acreditado en el país.
«No nos vamos a perder la cosecha de una siembra que con el pueblo esparcimos por todos los rincones de nuestra patria», apuntó el mandatario, al exhortar a que «nadie decaiga porque hay mucho por hacer y el tiempo del cambio no se detiene en Paraguay».
El jefe de Estado agradeció las expresiones de solidaridad que ha recibido durante su hospitalización en Brasil y especialmente a su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula, quien le cedió la aeronave en la que se movilizó.
De la terminal área, Lugo se trasladó a la residencia presidencial, donde fue recibido por un festival musical organizado por agrupaciones sociales, y por la tarde está prevista su presencia en el IV Foro Social de las Américas junto con su homólogo de Bolivia, Evo Morales.
Asimismo, Lugo recibirá este domingo al presidente de Uruguay, José Mujica, quien también asistirá a la versión de los países menos desarrollados del Foro Mundial, además de la visita de Estado que realizará este lunes.