«Estamos todos sanos y con hambre», dijeron hoy en su primera comunicación telefónica con la superficie los 33 mineros atrapados en un yacimiento del norte de Chile.
Los obreros, que llevan 18 días bajo tierra, pidieron comida y también oxígeno, explicó André Sougarret, jefe del equipo de rescate, quien aseguró que «ése es un tema que les ha complicado».
Además de agua, medicinas y alimento líquido, los socorristas comenzaron a mandarles oxígeno, empleando unos cilindros que hacen descender hasta el refugio donde están los mineros, utilizando para ello el conducto de la sonda que ayer permitió comprobar que están sanos y salvos.
Sougarret, que no ha dado detalles del mecanismo de comunicación con los mineros, explicó que seguirán perforando para tener tres vías: una para la sonda, otra para la comunicación y la tercera para la ventilación.
En tanto el ministro de Minería, Laurence Golborne, reiteró que «están bien, todos sanos, no han tenido ningún inconveniente, salvo uno que tiene dolor de estómago, y dicen que tienen mucha hambre por razones obvias».
Golborne dijo, además, que los trabajadores le consultaron sobre el estado en que se encontraban sus compañeros que salieron de la mina poco antes del derrumbe.
«Cuando les contamos que estaban todos bien, se mostraron muy contentos», precisó el ministro que ha estado en el lugar prácticamente desde el mismo día del accidente.
Por su parte, el ministerio de Salud elaboró un cuestionario que enviarán a los 33 obreros, uno de ellos boliviano, con el fin de saber exactamente sus necesidades alimenticias y médicas.
¿Cuándo fue la última vez que comiste?; ¿Estás herido, golpeado o enfermo?; ¿Estás orinando?, ¿Tienes diarrea o vómito?; ¿Quién está organizando el grupo? son algunas de las inquietudes que elaboró la autoridad sanitaria.
Por ultimo, en el municipio de Santiago señalaron que se realizan gestiones para incluir en la Cápsula Bicentenario, que se abrirá para el Tricentenario, el simbólico mensaje que enviaron este domingo los mineros atrapados en la mina San José dando cuenta de que estaban vivos «.
«Estamos bien en el refugio los 33», es la frase escrita con tinta roja, en un arrugado papel, de un blanco ya casi amarillento, que hicieron llegar adosado a uno de los platinas de la perforadora que dio con su refugio a 700 metros de profundidad.
En la alcaldía explicaron que, de conseguirse la autorización, el papel ingresará directamente a la cápsula, sin pasar por el proceso de votación.