osé Luis Inciarte, Gustavo Zerbino, Ramón Sabella y Pedro Algorta formaban parte del grupo que viajaba a Santiago en un avión de la Fuerza Aérea uruguaya el 13 de octubre de 1972
El presidente chileno, Sebastián Piñera, recibió ayer a cuatro supervivientes de la ‘Tragedia de Los Andes’, en la que 16 deportistas uruguayos resistieron 73 días tras la caída de su avión en 1972, que llegaron a Chile para transmitir a los mineros atrapados «su mensaje esperanzador».
Piñera, que agradeció la visita de los uruguayos, que mañana viajarán a la mina San José, les entregó una copia del mensaje ‘Estamos bien en el refugio los 33’, escrito con letras rojas por los mineros y que confirmó el milagro que estaban vivos, 17 días después del derrumbe del 5 de agosto en el yacimiento San José.
José Luis Inciarte, Gustavo Zerbino, Ramón Sabella y Pedro Algorta formaban parte del grupo que viajaba a Santiago en un avión de la Fuerza Aérea uruguaya el 13 de octubre de 1972.
El avión se estrelló en plena cordillera de los Andes antes de llegar a su destino cobrándose la vida de veintiuna personas a las que se sumaron otras ocho después de un alud.
Solo dieciséis lograron salir con vida de aquel infierno blanco a 4.000 metros de altura, donde tuvieron que soportar temperaturas de más de 30 grados bajo cero y tuvieron que recurrir a los restos de sus compañeros fallecidos para alimentarse.
Tras la reunión con Piñera, Sabella aseguró a los periodistas que los 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad «tienen la fuerza suficiente para no entregarse nunca y salir de ahí».
«Cuando uno se caiga un poquitito habrá otros que le agarren y le van a levantar», agregó.
El uruguayo aconsejó a los trabajadores que se mantengan unidos y «con fe y esperanza».
«Que estén seguros que van a salir, que se puede, que no es imposible y que tengan paciencia, las cabezas ocupadas, y sepan que sus familias les están esperando», agregó Sabella, que dijo que festejaron la noticia de que los mineros estaban vivos «como el gol de Uruguay en el Mundial».
El uruguayo recordó al arriero chileno Sergio Catalán que los descubrió dos meses y medio después del accidente de avión, después de que tres supervivientes recorrieran 55 kilómetros en diez días en busca de ayuda.
«Fue un arriero a caballo, ahora fue una sonda, pero el vínculo es el mismo», dijo tras recordar el «afecto» que sienten por el arriero y el «agradecimiento» al pueblo chileno.
Además de traer un «mensaje esperanzador y de supervivencia», los cuatro uruguayos entregarán a los mineros y a sus familias una serie de dibujos hechos por niños de 9 años de un colegio de Montevideo con mensajes de apoyo.
«Que le den para adelante porque tienen la fuerza y las condiciones para hacerlo», concluyó Sabella.