El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, quien hoy fue sometido en la ciudad brasileña de Sao Paulo a su tercera sesión de quimioterapia, afirmó que los exámenes realizados en Brasil confirmaron una reducción de sus quistes cancerígenos.
«Es la tercera ‘quimio’ de las seis programadas. Vine a Brasil para hacerme un examen más exhaustivo con el PET (tomografía por emisión de positrones) y hubo una gran reducción de los quistes cancerígenos», declaró Lugo a periodistas después de dejar el Hospital Sirio-Libanés de Sao Paulo.
Lugo, de 59 años y quien permaneció pocas horas en ese centro médico oncológico, retornó a su país de buen semblante y acompañado por familiares y médicos.
«Me voy muy animado y optimista con este proceso de curación. Los médicos me recomendaron volver a las actividades normales y es una alegría para mí poder cumplir con los compromisos que tengo como presidente de Paraguay», apuntó.
En ese mismo hospital, Lugo se había sometido al primer tratamiento, el 12 de agosto pasado, tras confirmarse que padece un linfoma de baja malignidad que le ha afectado la ingle, el mediastino (tórax) y la tercera vértebra.
Lugo reveló que el asesor especial de Asuntos Internacionales de la Presidencia de Brasil, Marco Aurelio García, lo visitó hoy en la clínica y le transmitió un mensaje de «solidaridad» del mandatario Luiz Inácio Lula da Silva y de la candidata oficialista en las elecciones del próximo 3 de octubre, Dilma Rousseff.
El gobernante paraguayo aseguró que va a seguir «con expectativa» las elecciones presidenciales de Brasil y vaticinó que Rousseff va a vencer en la primera vuelta, como apuntan las encuestas de opinión.
«La relación con Brasil es excelente. Desde ya se tiene el apoyo de este Gobierno y se va a seguir así si Dilma gana», señaló Lugo, quien confía que el nuevo presidente brasileño tendrá «mayoría en el Parlamento» para «facilitar» la aprobación del acuerdo de pago de compensación energética a Paraguay.
El Congreso brasileño todavía tiene pendiente la aprobación del aumento del acuerdo que triplicará las compensaciones a Paraguay por la energía excedente de la hidroeléctrica binacional Itaipú y que también contempla la venta directa de la electricidad a Brasil.
