Indicó que algunos policías en el hospital se encontraban "confundidos" y otros gritaban permanentemente "viva Lucio, viva Lucio" en alusión al ex presidente ecuatoriano
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, agradeció esta noche al Perú y a otros países de América Latina, por su respaldo expresado a su gobierno y la exigencia de una pronta liberación, durante el secuestro que sufrió por 12 horas en el Hospital de la Policía, por policías sublevados.
«A casi todos los presidentes de América Latina y del mundo, como el presidente español Rodríguez Zapatero que me llamó para solidarizarse, la OEA, Chile, Argentina, Perú, Colombia, Venezuela, Bolivia, para que los voy a nombrar, México, todos», dijo.
Asimismo, agradeció la reunión de los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se realiza en Buenos Aires, para analizar la situación de Ecuador y expresar el respaldo al gobierno democrático de Rafael Correa.
El mandatario ecuatoriano regresó a las 21.35 horas al Palacio de Carondelet, sede del gobierno, en medio de aplausos de miles de personas que acudieron a respaldarlo, tras la intervención de grupos especiales de las Fuerzas Armadas que lo evacuaron a las 21.25 horas del nosocomio.
También agradeció a la población que fue a rescatarlo del hospital, pero fue dispersada por la policía sublevada.
«Agradecimiento a los miles de compañeros que fueron a rescatarme y que cobardemente los recibieron con gas pimienta, lacrimógeno, con pedradas», dijo.
El presidente ecuatoriano, en su discurso a la población, señaló que la sublevación policial en reclamo a la ley que mejora la situación salarial de las fuerzas policiales, refirió que el ex presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez estaría detrás de la conspiración.
Indicó que algunos policías en el hospital se encontraban «confundidos» y otros gritaban permanentemente «viva Lucio, viva Lucio» en alusión al ex presidente ecuatoriano.
Asimismo, llamó a un minuto de silencio por los militares y policías que salieron lastimados por la intervención, lo que calificó como un «inútil derramamiento de sangre de hermanos ecuatorianos».
El presidente Correa subrayó que muchos de los policías sublevados no habían leído la ley que les permite mejorar sus sueldos.
«Por primera vez se reconoce a la policía las horas extras, las jornadas especiales, y las remuneraciones estarán establecidas por el ministerio de Relaciones Laborales», agregó.