"La hoja de coca en su estado natural la consumen poblaciones de Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, del norte argentino y otras con fines tradicionales, religiosos y medicinales", indicó el Mandatario
Bolivia inició una campaña internacional para que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apruebe una enmienda «que repare el daño histórico causado a la coca por casi medio siglo», manifestó ayer el presidente Evo Morales Ayma.
En una conferencia de prensa en el palacio de Gobierno, Morales se refirió a la vigencia de una convención aprobada en la ONU en 1961 que definió acabar con el uso de la hoja de coca en un plazo de 25 años.
El proyecto de enmienda a la Convención de 1961 ha sido presentado por Bolivia ante la ONU y el 31 de enero se tomarán definiciones al respecto para que la hoja de coca «deje de ser penalizada y satanizada».
«La hoja de coca en su estado natural la consumen poblaciones de Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, del norte argentino y otras con fines tradicionales, religiosos y medicinales», indicó el Mandatario.
Morales enfatizó su convencimiento de que esa convención fue aprobada por falta de información sobre las propiedades naturales de la hoja de coca, al prohibir su consumo.
El presidente señaló que existen muchas tesis políticas y de grado basadas en investigaciones sobre la hoja milenaria que llegaron a la conclusión de que «no hace daño a la salud ni crea dependencia».
Por ello subrayó que no es posible que la comunidad internacional siga equivocándose al satanizar y penalizar el consumo legal y tradicional de este producto.
«Mi pedido a los distintos organismos internacionales y gobiernos de Sudamérica y del mundo que suscribieron esta convención es que reparen el daño histórico que provocaron a la hoja de coca al suscribir la Convención de 1961», puntualizó.
«Legal, científica, social y culturalmente existen todos los argumentos para rebatir el propósito de continuar satanizando la hoja de coca para su consumo tradicional», afirmó el mandatario.
Se cuestionó sobre la razón para que algunos estados de Estados Unidos definan como legal el consumo de cocaína cuando una persona porta de dos a cuatro gramos, al igual que en algunos países de Europa, y esas mismas naciones no reconocen a la coca como producto no penalizado.
«Ojalá Estados Unidos reconozca el daño que hizo al consumo tradicional de coca desde 1961.»
Informó que el canciller David Choquehuanca viajará la próxima semana a Europa, para impulsar una campaña a favor de la coca y la aprobación de la enmienda a la Convención de 1961.
Anotó que Choquehuanca se reunirá con cancilleres y presidentes de aquellos países que pueden objetar la aprobación de la enmienda en la ONU.
Morales agregó que tratará de comunicarse personalmente con algunos presidentes con ese mismo objetivo.
Señaló que los países «deben ser responsables con la historia y sobre una tradición como el uso de la hoja de coca».
Finalmente manifestó que si en casi 50 años no pudieron eliminar el uso tradicional de la coca bajo la protección de la convención de la ONU, va a ser difícil que puedan hacerlo ahora, pues mantener una norma que no puede ser cumplida es algo ilógico.