Hace menos de un mes, la cifra oficial de sicarios muertos proporcionada por la Procuraduría (fiscalía) General era de 12.456, aunque este balance sólo reflejaba el número de presuntos delincuentes "ejecutados"
El gobierno de México presentó por primera vez ayer una lista detallada de los muertos en la guerra contra el narcotráfico desde 2006.
Según el ejecutivo, 34.612 personas fallecieron en los últimos cuatro años, incluyendo civiles, policías, militares y sicarios.
Sólo en 2010, 15.273 murieron asesinados, constatando que ese fue el año más violento en la historia reciente de México, de acuerdo a las sumas del grupo responsable de generar la base de datos, integrado por las secretarías de Defensa Nacional, Marina, Seguridad Pública Federal y Gobernación.
Hace menos de un mes, la cifra oficial de sicarios muertos proporcionada por la Procuraduría (fiscalía) General era de 12.456, aunque este balance sólo reflejaba el número de presuntos delincuentes «ejecutados» (asesinados por los carteles rivales), y no incluía a los civiles o miembros de las fuerzas de seguridad fallecidos, informó el gobierno mexicano.
«Disputa feroz» entre carteles
La base de datos sobre homicidios publicada esta semana refleja cuántos sicarios fueron «ejecutados», cuántas personas murieron en los enfrentamientos (contra la autoridad y entre delincuentes) y cuántas en los ataques a las fuerzas de seguridad.
El propio presidente mexicano, Felipe Calderón, reconoció que 2010 fue «un año de extrema violencia».
En su declaración durante el llamado Diálogo por la Seguridad, celebrado este miércoles en Ciudad de México, el mandatario atribuyó a los enfrentamientos entre diferentes grupos rivales el ascenso de la violencia.
«2010 es el que marca el inicio de una conflictividad y una disputa brutal, feroz, violenta, precisamente, entre el Cártel del Golfo y Los Zetas, que habían sido sus aliados durante casi una década», explicó.
¿»Guerra» o «lucha»?
En su alocución, Calderón también discutió sobre la denominación que funcionarios, medios de comunicación y él mismo han dado en los últimos años a su ofensiva gubernamental.
«Yo no he usado (…) el concepto de ‘guerra’. Le puedo invitar a que, incluso, revise todas mis expresiones públicas y privadas. (…) No. Yo no lo elegí», dijo el presidente.
«He usado permanentemente el término lucha contra el crimen organizado y lucha por la seguridad pública», aseguró.
Como pudo comprobar BBC Mundo, en realidad el presidente sí se ha referido a su lucha en clic varios de sus discursos -incluido clic su primer mensaje a la nación, en 2007- utilizando expresiones como «guerra frontal», «guerra a la delincuencia» o «guerra contra la inseguridad».
Concentrada en tres estados
En mitad de esta marea de cifras y el debate sobre cómo calificar los últimos cuatro años frente al narco, tanto el presidente como el vocero de seguridad nacional del ejecutivo mexicano, Alejandro Poiré, insistieron en que las zonas más golpeadas por la violencia siguen siendo aquellas en disputa por varios carteles del narcotráfico.
Poiré explicó que a pesar de este aumento de la violencia en 2010 a nivel federal, la mitad de las muertes del pasado año se concentraron en tres estados: Chihuahua, Sinaloa y Tamaulipas.
De hecho, en estados como Yucatán o Tlaxcala se registraron menos de 10 homicidios relacionados con el crimen organizado en todo ese periodo.
Y en los últimos tres meses se produjo un descenso del 10% en el número de asesinatos en todo el país.
Sin embargo, el gobierno advierte que aún es pronto para interpretar esta bajada como una tendencia consolidada en un país que no había visto tales niveles de violencia desde los años de su Revolución, hace ya un siglo.