Ex presidente de Cuba y máximo líder de la revolución, confirmó en una de sus reflexiones que desde hace 5 años, cuando enfermó, no ejerce funciones de Primer Secretario del Partido Comunista
El comandante Fidel Castro, ex presidente de Cuba y máximo líder de la revolución, confirmó en una de sus reflexiones que desde hace 5 años, cuando enfermó, no ejerce funciones de Primer Secretario del Partido Comunista (PCC).
Con lo dicho parece descartar su reelección en el próximo Congreso partidario.
Éste es uno de los temas que más especulaciones despierta internacionalmente, tratando de comprender cuál es el papel, el peso y la influencia actual de Fidel Castro.
El comandante asegura en su reflexión que el 31 de julio del 2006 renunció a todos sus cargos, incluyendo el de Primer Secretario. Sin embargo, el texto de la proclama era muy claro en el carácter «provisional» de su alejamiento.
Las especulaciones en torno a este asunto son lógicas dado que ese cargo concentra el mayor poder en la estructura política de Cuba, cuya Constitución refleja que el PCC «es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado».
Los 7 magníficosTal vez uno de los momentos más tensos que se ha vivido en la isla durante los últimos decenios fue aquel 31 de julio cuando el Jefe de Despacho de Fidel Castro, leyó en la televisión una proclama en la que su jefe cedía sus cargos al frente de Cuba.
El líder histórico de los revolucionarios cubanos informaba a sus conciudadanos que «delego con carácter provisional mis funciones como primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en el Segundo secretario compañero Raúl Castro Ruz».
7 líderes comunistas -popularmente conocidos como «Los 7 magníficos»- asumieron todas sus funciones, desde la presidencia de la República, hasta la dirección de los programas de salud, educación y de la Revolución Energética.
Pero a pesar de todo los medios de prensa oficiales lo siguen los situando como Primer Secretario del Partido Comunista. El propio Fidel reconoce en su reflexión que «todos continuaban titulándome afectuosamente de esa forma».
«Renuncié sin vacilación»
El hecho de que, poco antes del Congreso del PCC, el comandante Fidel Castro ratifique en sus reflexiones que «renuncié sin vacilación a todos mis cargos estatales y políticos, incluso al de Primer Secretario del Partido», no parece casual.
Agrega además que «nunca intenté ejercerlos después de la Proclama del 31 de julio del 2006, ni cuando recuperé parcialmente mi salud un año después», con lo que de alguna forma vuelve a expresar que quien dirige Cuba es ahora Raúl Castro y su equipo.
De hecho varios de «los 7 magníficos» han perdido sus cargos y estos son ocupados hoy por dirigentes de la confianza del nuevo mandatario. Entre las destituciones más sonadas están las del vicepresidente Carlos Lage y del canciller Felipe Pérez.
Ambos eran hombres muy cercanos a Fidel Castro a pesar de lo cual este los calificó públicamente de «indignos» cuando el servicio de inteligencia le entregó las grabaciones con los comentarios críticos que hacían a sus espaldas.
Los «lineamientos» económicos impulsados por el nuevo equipo son muy diferentes, incluyen medidas de apertura impensables 5 años atrás, como el aumento de trabajo por cuenta propia, la entrega de tierras o el acceso de los cubanos a los hoteles.
El reto del CongresoEl Congreso del Partido Comunista Cubano marcará de forma oficial el fin de un proyecto socio económico que ya no daba más de sí pero que sentó algunas bases sobre las que apoyar una nueva propuesta más apegada a la realidad.
Los delegados presentes deberán aprobar las líneas generales del modelo económico y dar así el visto bueno final a las reformas emprendidas por Raul Castro desde que, en el 2008, fue nombrado Presidente por el parlamento cubano.
El gran reto consiste en sacar de la parálisis a la economía. Pero liberar las fuerzas productivas implicará, entre otras cosas, deshacer la red de leyes, resoluciones y mecanismos que las mantienen inmovilizadas.
A su favor cuenta con un alto nivel profesional producto de los programas educativos que se iniciaron con una campaña de alfabetización en los años 60 del siglo pasado y lograron la graduación de más de 1 millón de profesionales, la venta de cuyos servicios son hoy el primer ingreso de la economía.
Respecto a Fidel Castro es prácticamente seguro que se repita lo ocurrido en el parlamento en el 2008 y que el comandante no sea reelecto Primer Secretario. Sin embargo, aún sin cargos su peso político seguirá siendo enorme, mas allá de que haga o no uso de ese poder.