El Partido Comunista de Cuba (PCC, único) aprobó hoy en su VI Congreso el plan de reformas económicas planteado por el presidente Raúl Castro para «actualizar» el modelo económico de la isla y garantizar la «irreversibilidad» del socialismo.
En una resolución aprobada por unanimidad, los comunistas cubanos apuntan también como objetivos del plan de ajustes el desarrollo económico de un país que arrastra una aguda depresión desde la caída del bloque soviético y «la elevación del nivel de vida de la población».
También reiteran que en el modelo «actualizado» primará la planificación pero se tendrán en cuenta «las tendencias del mercado».
La empresa estatal socialista será la forma principal en la economía nacional pero se «reconocerá y promoverá» a las modalidades de «inversión extranjera, las cooperativas, los agricultores pequeños, los usufructuarios, los arrendatarios, los trabajadores por cuenta propia y otras formas que pudieran surgir para contribuir a elevar la eficiencia».
El Congreso del PCC ha aprobado los «Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución» (como se conoce al plan de ajustes) «con las modificaciones acordadas», según reza la resolución que no precisa cuáles son esos cambios.
Con este acuerdo, el Partido Comunista ratifica el plan económico emprendido por el general Castro que, sin renunciar al socialismo y para «preservar» la Revolución, plantea una tímida apertura a la iniciativa privada, que para los críticos con el régimen es «muy limitada y tardía».
La «actualización» económica cubana incluye la ampliación del trabajo privado, un masivo recorte de las abultadas plantillas públicas, más autonomía a la gestión de las empresas estatales y la eliminación de subsidios sociales innecesarios, entre otros.
En la sesión plenaria celebrada el lunes, el Congreso del PCC también dio su visto bueno al informe central presentado por Raúl Castro en la apertura del cónclave, que se caracterizó por una dura crítica al partido, al que pidió desterrar el inmovilismo y los dogmas.
En esa intervención Raúl Castro también propuso limitar los mandatos de los principales cargos políticos y partidarios del país a un máximo de 10 años y planteó la necesidad de rejuvenecer los puestos directivos del país y formar una «reserva de sustitutos» para preparar el relevo de la generación histórica de la Revolución.
Los comunistas, en su resolución, asumen como «justas» las críticas del general Castro a las interferencias del partido en la acción de gobierno y el estado y coincide en la importancia de erradicar las «deficiencias» en las políticas de cuadros.
Durante la jornada de hoy, los delegados del PCC eligieron al Comité Central del partido -máximo órgano entre congresos- que celebrará mañana su primera reunión para elegir a la cúpula de la organización: su buró político y su secretariado.
Se espera que el expresidente Fidel Castro sea sustituido como primer secretario del partido (máximo cargo de la organización) por su hermano Raúl.
Estas decisiones se darán a conocer en la sesión de clausura del VI Congreso del PCC que se celebrará el martes 19 a las diez de la mañana hora local (15:00 GMT) y que será retransmitida en directo por la televisión y radio cubanas.