Las autoridades no han precisado tampoco las razones de este cruento enfrentamiento entre bandas criminales, pero todo apunta a la encarnecida lucha que mantienen los cárteles por el comercio de drogas
Más de 1.300 habitantes de al menos cinco pueblos del estado mexicano de Michoacán (oeste) han tenido que abandonar sus hogares ante el recrudecimiento de la violencia de los cárteles de la droga que desde hace más de dos días mantienen intensos enfrentamientos en esa región.
Las personas están siendo ubicadas en refugios improvisados por las autoridades locales. La mayoría provienen de los municipios de Tuzantla, Buenavista Tomatlán y Apatzingán, pero también de pueblos y aldeas de la región conocida como Tierra Caliente.
El alcalde de Buenavista Tomatlán, Osvaldo Esquivel, estima que en los próximos días podría aumentar a 2.500 el número de personas que sumen a este inédito éxodo en Michoacán y se instalen en los albergues ubicados, principalmente, en la cabecera de esa localidad y en Apatzingán.
«Tenemos gente que ha llegado descalza porque salieron con lo único que traían. Es una realidad poco usual lo que estamos viviendo en el municipio», lamentó Esquivel. «Hay zozobra, hay desesperación, hay inseguridad en el ambiente», expresó en declaraciones citadas por la prensa local.
Desde el pasado domingo se han registrado varios enfrentamientos en distintas localidades de Michoacán, estado mexicano donde el cártel de La Familia ha adquirido gran poder. Hasta la fecha se desconoce el número de víctimas que ha dejado esta ola de violencia que obligó a las autoridades a reforzar la presencia de la Policía Federal y del Ejército, según informan medios locales.
Las autoridades no han precisado tampoco las razones de este cruento enfrentamiento entre bandas criminales, pero todo apunta a la encarnecida lucha que mantienen los cárteles por el comercio de drogas. «Esto tiene su causa fundamental en el choque entre grupos delictivos que se pelean las plazas, no podemos verlo de otra manera», indicó Esquivel.
El Gobierno de Michoacán envió a los albergues equipos de apoyo conformados por representantes de la Secretaría de Salud, la Secretaría de Política Social, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia y la Secretaría de Seguridad Pública, que trabajarán de manera conjunto con las autoridades municipales para brindar apoyo y asistencia a los desplazados.
Más de 37.000 personas han muerto desde que el presidente Felipe Calderón asumió el poder en diciembre de 2006, como consecuencia de la guerra que mantienen los narcotraficantes por el control de la ruta de la droga que se tienen como destino final Estados Unidos, el principal consumidor de cocaína del mundo.
Michoacán es epicentro de una guerra entre los miembros de La Familia –que quiere controlar no sólo el narcotráfico sino el poder estatal– el peligroso cártel de Los Zetas y ‘Los Caballeros Templarios’, una organización criminal nueva que el pasado marzo anunció su compromiso de «blindar» a los habitantes de esa región de las bandas rivales.
ESCUELAS CERRADAS
Unas 40 escuelas de primaria han tenido que cerrar sus puertas esta semana por la ola de violencia que se ha registrado en Tierra Caliente, sin esperar siquiera la autorización oficial de las autoridades educativas del estado y nacionales. La decisión ha sido tomada a petición de los padres y avalado por los alcaldes que consideran que no hay condiciones de seguridad para que los alumnos retomen las clases.
En Buenavista Tomatlán cerraron 17 planteles, en Apatzingán un total de 16 y en Tancítaro al menos tres. En Paracho, Paracuaro, Taretan y Tiquicheo suspendieron las actividades en el único colegio que tiene cada comunidad, según datos de la Secretaría de Educación en el Estado, citados por el diario local ‘El Universal’.