El Gobierno venezolano no descartó hoy que haya más muertos en el penal «El Rodeo II», sitiado desde el sábado por miles de militares para recuperar el control de esa cárcel y la de «El Rodeo I», cercanas a Caracas, en una operación en la que murieron dos militares y un preso.
El «Rodeo II» se mantiene rodeado desde el sábado a la espera de que se rindan unos 50 presos que resisten el cerco y tienen bajo su control a otros mil internos.
«Ellos persisten en actitud hostil y han negado posibilidad de diálogo», declaró el ministro del Interior, Tareck El Aissami, a la emisora «Unión Radio».
Los tres muertos «son las cifras oficiales hasta esta hora, no podemos aportar cifras de El Rodeo II en tanto y cuanto no ingresemos y no nos permitan hacer la requisa y ver lo que allí ha pasado», agregó.
El ministro dijo que según la información suministrada por un interno de «El Rodeo II» rescatado el domingo tras lograr salir de esa penitenciaría, puede haber más muertos causados por «las propias mafias violentas» de la cárcel, según afirmó.
De acuerdo con el testimonio del recluso, los cabecillas de esa cárcel asesinaron a algunos internos que «levantaron su voz de protesta» a favor de la intervención gubernamental, declaró el ministro.
El Gobierno venezolano comenzó el domingo a trasladar a 2.500 presos de «El Rodeo I» -próxima a «El Rodeo II» y ambas a unos 30 kilómetros de Caracas- a otros cuatro centros penitenciarios después de recuperar el control de la cárcel el viernes.
El operativo gubernamental, en el que participan 5.000 miembros de la Guardia Nacional (policía militarizada), comenzó después de que al menos 22 personas murieran y 14 resultaran heridas en «El Rodeo I» en un enfrentamiento entre bandas el pasado día 12, según las autoridades.
El ministro informó de que a partir de hoy «comisiones de familiares» visitarán a los presos de «El Rodeo I» en las distintas cárceles donde fueron enviados temporalmente para verificar las informaciones gubernamentales de muertos y heridos.
«Falta mucho por hacer», admitió El Aissami, tras ratificar sus críticas a los medios de comunicación privados que, a su entender, han «tratado de manipular de manera irresponsable esta situación tan delicada».
Familiares de los presos concentrados a las puertas de «El Rodeo I» rechazaron la intervención militar por entender que se trata de una operación «salvajista (sic)» contra la población reclusa.
El Gobierno ha informado de que varios presos están siendo beneficiados con medidas sustitutivas de prisión y que se busca la forma de acelerar los procesos pendientes.
Organizaciones no gubernamentales que trabajan en el ámbito carcelario han pedido a las autoridades la retirada de la Guardia Nacional de las prisiones al alegar que el problema penitenciario no se arregla con militares.