"No está ingresado en un hospital tal como asegura el gobierno venezolano, porque la fuga de información sería devastadora", nos aseguraba nuestra fuente en La Habana
La historia, tal como anoche lo contó, con voz contrita, Hugo Chávez en directo desde La Habana, fue la siguiente: «solo tenía previsto hacerme un chequeo en la rodilla izquierda» «Sin embargo, ya en La Habana no fue difícil para Fidel darse cuenta de algunos malestares». Y claro, el diagnóstico fue cáncer y al día siguiente le operaron de urgencia. Lo cierto es que -al igual que hizo Alberto Fujimori cuando con el pretexto de realizar una gira oficial al extranjero, se refugió en el País del Sol Naciente y renunció vía fax a la presidencia del Perú- Chávez se fue a La Habana sabiendo de antemano que padecía de cáncer. Todo estaba preparado.
A partir de entonces se puso a funcionar la maquinaria propagandística del régimen cubano y la versión oficial, ante la sospechosa ausencia del mandatario bolivariano, tenía que darse a cuentagotas. Y si se podía mentir, mejor. Y es lo que hicieron.
Todos los rumores tenían que acallarse. Incluso cuando el Nuevo Herald de Miami dejó caer, amparándose en fuentes del servicio de inteligencia de EE.UU de que Chávez estaba en estado crítico de salud, no tardó en salir la «versión oficial» chavista de que esa información era falsa.
A la redacción de Periodista Digital llamó por teléfono desde Venezuela una mujer (nos reservamos el nombre por ahora) que aseguró que manejaba la versión oficial del gobierno venezolano y amablemente ofreció compartirla. Nos aseguró que nuestras informaciones eran erróneas y tal. Querían datos de la persona que llevaba el tema del momento. Le facilitamos el email pero no volvieron a comunicarse más.
A pesar de que el gobierno venezolano jura por todos los santos que está ingresado en un hospital, Hugo Chávez se encuentra en una de las residencias del tirano de la isla: Fidel Castro, la cual está equipada con lo último de la tecnología médica y vigilado por un equipo médico, incluso llegados de varios países de Europa. La seguridad es muy estricta.
«No está ingresado en un hospital tal como asegura el gobierno venezolano, porque la fuga de información sería devastadora», nos aseguraba nuestra fuente en La Habana.
¿El objetivo?: controlar la información. Y más que eso: el acceso. Los chalets, apartados de La Habana, están rodeados de frondosos árboles tal como aparece en el vídeo emitido por la televisón estatal cubana, los mismos que se encuentran ubicados en los alrededores de una de sus residencias. Ver vídeo.