El Partido Revolucionario Institucional (PRI) obtuvo hoy una rotunda victoria en las elecciones a gobernador en tres estados mexicanos, incluido el más poblado del país, y allana el camino para los comicios presidenciales de 2012.
Con el 62,2% de los votos, el político del PRI Eruviel Ávila arrasó en el Estado de México y sacó una ventaja de 40 puntos sobre su rival más cercano, de acuerdo con las cifras oficiales divulgadas tras el escrutinio del 88 % de los sufragios.
El candidato del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Alejandro Encinas, se ubicó en segundo lugar con el 21,2 % de los votos, mientras el conservador Luis Felipe Bravo, de Acción Nacional (PAN), quedó en tercera posición con apenas el 12,5 % de los sufragios.
Las encuestas previas a la jornada electoral, que se desarrolló sin mayores incidentes, daban una amplia ventaja a Ávila, pero el resultado fue aún más favorable para el PRI, que retiene así un estado clave de cara a la elección presidencial de 2012.
En sus primeras declaraciones, Ávila destacó que trabajará para toda la población sin exclusiones y dijo que tomará en cuenta la propuestas presentadas por sus rivales, a quienes llamó a construir la unidad.
Destacó que esta victoria electoral, en una jornada que calificó de «ejemplar», pertenece «a la ciudadanía, a la democracia» y señaló que es resultado de un trabajo de equipo y de un gobierno que ha dado resultados.
Bravo Mena admitió que los resultados le eran desfavorables, mientras que Encinas consideró el proceso electoral profundamente desigual y plagado de irregularidades, y el PRD anunció que protestaría ante todas las instancias legales.
Esta vez el PRD y el PAN rechazaron, por presiones internas, concurrir en alianza contra el tricolor PRI como habían hecho satisfactoriamente en otros estados en comicios anteriores, para terminar con décadas de dominio de su rival.
Mientras la oposición llegó dividida a los comicios, el PRI escogió a un candidato de unidad surgido de las bases y con gran respaldo popular, en detrimento del poderoso grupo Atlacomulco, creado en la década de 1940 por el político Isidro Fabela.
El Estado de México, vecino a la capital y azotado por el crimen organizado, tiene el padrón electoral más numeroso del país con 10,5 millones de votantes y, según analistas, supone un laboratorio para los partidos políticos a fin de experimentar estrategias rumbo a las presidenciales.
El triunfo de Ávila, al frente de la coalición «Unidos por ti», integrada por el PRI y los partidos Verde Ecologista (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), supone un importante empujón para el actual gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, uno de los aspirantes favoritos para competir por la Presidencia.
Tras dos sexenios al margen de Los Pinos, el PRI busca capitalizar el desencanto de numerosos sectores ante la incapacidad del PAN de profundizar los procesos democráticos y de resolver los problemas estructurales de crecimiento y empleo, y recuperar el poder.
El triunfo de Vicente Fox, candidato del Partido Acción Nacional, en las elecciones presidenciales de 2000 puso fin a 71 años de gobierno ininterrumpido del Revolucionario Institucional.
De acuerdo con los analistas, lo sucedido en las elecciones del Estado de México puede repetirse en el 2012: un PRI muy fortalecido, seguido por el PRD y en un lejano tercer lugar el PAN, muy desgastado por tras dos periodos en la Presidencia.
En el norteño estado de Coahuila, donde también se renovó el Congreso, el candidato priista al Gobierno, Rubén Moreira, obtuvo 56,6 de los votos, mientras el conservador Guillermo Anaya, del PAN, acumuló el 36,1 %, tras ser contabilizados el 64 por ciento de los sufragios.
En el occidental estado de Nayarit, los resultados oficiales han fluido con mayor lentitud que en las otras regiones del país y apenas se han contabilizado el 31 % de los sufragios.
El aspirante del PRI, Roberto Sandoval, acumula el 49,2 % de los votos, mientras que Martha Elena García, del PAN, logra el 34,2 de los sufragios, y los dos se han proclamado vencedores en la contienda, durante la cual los votantes también eligieron a sus diputados.