La madre de Orlando Zapata, preocupada porque la ayuda que recibe en EEUU se está «agotando»

Reyna Luisa Tamayo, madre del fallecido disidente cubano Orlando Zapata, se encuentra preocupada porque la ayuda que ha estado recibiendo desde que llegó a Estados Unidos se está «agotando» y actualmente ninguno de los familiares que se trasladaron con ella tiene trabajo para garantizar el sustento en los próximos meses.

Tamayo llegó a Miami con los restos de su hijo el pasado 9 de junio junto a doce familiares huyendo de la supuesta represión de la que era víctima en Cuba, tras el «asesinato» de su hijo en febrero de 2010. A su llegada fue recibida por un grupo de disidentes y por el Comité Internacional de Rescate (ICR), que ubicó a todos sus parientes en cuatro pisos.

Sin embargo, Tamayo ha asegurado que debido al alto coste del alquiler la ayuda que la organización tenía asignada para ellos «se está acabando». Por este motivo, se han visto obligados a buscar un nuevo lugar donde vivir más económico «para poder estirar el dinero de la ayuda que todavía queda».

El alquiler que pagan por cada uno de los pisos es de 1.295 dólares (908 euros) sin incluir ninguno de los servicios, según ha revelado la dama de blanco en declaraciones telefónicas a Europa Press.

Según ha detallado, ICR les garantizó a su llegada financiación para un plazo de seis meses, pero esta semana le comunicaron que a duras penas podrían sostener su manutención por un máximo de cuatro meses. «La ayuda se ha ido en esas rentas tan altas y queremos encontrar algo barato para que nos dure un poquito más el dinero», ha comentado.

Tamayo considera que ha recibido buen trato desde que llegó a Estados Unidos hace un mes, pero ahora está «muy atormentada» por el futuro que le depara a ella y a su familia, que no ha podido encontrar un trabajo, en momentos que Estados Unidos atraviesa una de las peores crisis económicas de las últimas décadas.

REUNION CON LOS CONGRESISTAS

Tamayo tendrá la oportunidad de hablar la semana próxima ante la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que preside la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen. Todavía no sabe cuándo será este encuentro, pero ya tiene billete para viajar el lunes a Washington.

«Contaré a los congresistas la situación actual de esta familia en Estados Unidos, lo que vivimos en Cuba tras el asesinato de mi hijo y les pediré que continúen apoyando la democracia y la libertad en Cuba», ha indicado.

Orlando Zapata Tamayo murió el 23 de febrero del año pasado, tras 86 días de huelga de hambre, mientras cumplía una condena de 36 años de prisión. Su protesta fue para exigir mejoras en las condiciones de presidio de decenas de opositores al Gobierno de Castro.

El régimen castrista lo considera un «mercenario», al igual que al resto de los presos políticos que hay en la isla. Amnistía Internacional, en cambio, reconoció su labor y lo adoptó como prisionero de conciencia.

La mudanza de los Zapata Tamayo a Estados Unidos y la entrega de los restos del disidente –considerado por la oposición como un «mártir»– se logró gracias a la mediación del clero católico cubano ante el Gobierno de Raúl Castro, que finalmente accedió a otorgarles el permiso de salida, documento que requieren todos los cubanos para poder abandonar la isla.

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