Argentina arrancó este 14 de agosto de 2011 una carrera electoral que se extenderá hasta el 10 de diciembre, cuando el candidato electo tome posesión de la presidencia
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, ganó este 14 de agosto de 2011 por amplio margen las inéditas primarias de este domingo, con lo que se situó en una posición de privilegio para lograr la reelección en las presidenciales de octubre.
Fernández, líder del peronista Frente para la Victoria, reunió el 49,51 por ciento de los votos, una vez escrutado el 34,24 por ciento de las mesas 85.937 meses electorales de todo el país.
En segundo lugar, con el 13,10 por ciento de los votos, se situaba Ricardo Alfonsín, hijo del expresidente Raúl Alfonsín (1983-1989), postulante de la Unión para el Desarrollo Social (UDESO), una coalición de la socialdemócrata Unión Cívica Radical con sectores del peronismo disidente.
El tercer puesto era para el exmandatario argentino Eduardo Duhalde (2002-2003), del Frente Popular, también un peronista disidente, con el 12,10 por ciento de los sufragios.
Sin embargo, el segundo puesto no estaba definido debido a la escasa diferencia entre Alfonsín y Duhalde, cuando aún faltaba escrutar un gran caudal de votos en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país (38 por ciento del padrón nacional).
«Quiero agradecer a los que confiaron (en nosotros) y a los que no invitarlos a reflexionar juntos porque necesitamos la unidad de todos los argentinos para poder seguir creciendo juntos», dijo la presidenta frente a sus seguidores reunidos en un hotel de Buenos Aires.
Fernández, quien contuvo las lágrimas pero no ocultó su emoción, dedicó la victoria a su esposo y antecesor, el expresidente Néstor Kirchner, fallecido en octubre pasado.
Una multitud de jóvenes activistas coreó «Néstor no se murió» y «yo soy argentino, soy soldado del pingüino», como se apodaba al exmandatario.
En estas primarias, en las que 28,8 millones de personas estaban habilitadas para sufragar, todas las fuerzas políticas deben reunir el 1,5 por ciento de los votos válidos para poder competir en las elecciones generales del 23 de octubre.
Duhalde, acérrimo rival de Fernández en las filas del Partido Justicialista (peronista), admitió hoy la «muy buena elección» de la mandataria, pero aseguró que le asestará un «susto» en los próximos comicios generales.
«Las primarias de hoy fueron una semifinal de la oposición y los argentinos van a votar en forma masiva a quien resulte segundo y tercero en esta elección», aseguró el exmandatario quien se declaró convencido de que estará en una segunda vuelta electoral con Fernández.
La Constitución argentina establece que para ganar las elecciones presidenciales en primera vuelta hace falta reunir el 45 por ciento de los votos, nivel al que se ha acercado hoy Fernández, o al menos el 40 por ciento de los sufragios con diez puntos de ventaja.
«Ya hoy somos candidatos y empieza la campaña para ganar las elecciones del 23 de octubre. Estoy seguro de que podemos ganar las elecciones, esto era un ensayo general para definir la grilla de partidos», aseguró a su vez Alfonsín, que también felicitó a la mandataria.
«Ahora empieza la campaña en serio, vamos a escuchar a los trabajadores, emprendedores y distintos sectores sociales para ver si podemos lograr una adhesión que nos permita llegar a la presidencia de la república», apuntó.
En cuarto lugar se situaba, el socialista Hermes Binner, con el 10,38 por ciento de los votos.
Implementados por una reforma política aprobada por el Parlamento a finales de 2009, los comicios celebrados hoy definen las listas de candidatos que competirán en las presidenciales y la renovación de la Cámara de Diputados y el Senado.
En estas primarias también se eligieron candidatos para las elecciones locales que el 23 de octubre se celebrarán asimismo en cuatro provincias, entre ellas la de Buenos Aires, donde el escrutinio marchaba muy lentamente en vista de que hay casi 30.000 candidatos a distintos cargos electivos.