Recientemente el canciller ruso Sergey Lavrov se ha reunido en Caracas con el presidente de Venezuela Hugo Chávez y éste le ha pedido un crédito de cuatro mil millones de dólares para adquirir material bélico. ¿Para qué? Venezuela no tiene conflictos externos ni parece que los habrá, al menos a corto tiempo.La sospecha que surge es que el país sudamericano sólo serviría de «puente» para que Irán pueda adquirir misiles antiaéreos S-300.
Este equipo militar forma parte de la lista de armas que Venezuela adquirirá a Rusia a través de un crédito de 4.000 millones de dólares, anunciado el pasado miércoles por el presidente Hugo Chávez.
Rusia e Irán habían establecido un contrato en 2007 para la compra cinco sistemas de S-300, pero la transacción fue suspendida en 2010 por la parte rusa en acatamiento a la sanción que la ONU impuso al Gobierno iraní.
El embajador de Irán en Moscú Mahmud Sajadi, al anunciar en rueda de prensa el martes que su país demandaría a Rusia por el incumplimiento del contrato, dejó la puerta abierta para que Rusia permita a Venezuela que se los envíe.
Pero la propuesta iraní no parece ser una sugerencia improvisada, de hecho, el diario Russia Today aseguró que el presidente Hugo Chávez se ha comprometido voluntariamente a ser mediador en el caso.
Al respecto, la presidenta de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel expresó «esa triangulación puede costar caro, especialmente porque Irán está siendo milimétricamente observado y sería un costo sin ninguna retribución para que Venezuela se la juegue».
El posible suministro de los S-300 a Irán a través de Venezuela ya había sido advertido el año pasado por Israel a el Gobierno ruso.
Una fuente militar israelí dijo al Jerusalem Post en noviembre pasado que «es muy probable que el sistema moderno de misiles antiaéreos que Rusia planea vender a Venezuela, al final pueda aparecer en Irán teniendo en cuenta sus estrechos vínculos».
Estos nexos ya le ocasionaron a Venezuela desde mayo de 2011 una sanción por dos años de Estados Unidos a la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim).
Esta sanción fue anunciada en el aviso 7.485 emitido por la Oficina de Seguridad Internacional y No Proliferación del Departamento de Estado de los EEUU, con el argumento que Cavim recibía o enviaba desde o para Irán, Siria o Corea del Norte, equipos o tecnología de armas misilísticas, químicas y nucleares o de otro tipo, con potencial de ser utilizados para el desarrollo de armas de destrucción masiva.