La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reclamó hoy en la ONU una reforma de las instituciones financieras multilaterales con un incremento de la participación de los países emergentes, «principales responsables del crecimiento en la economía global».
«Por primera vez la voz de una mujer abre los debates de la Asamblea General. Estoy convencida que este será el siglo de las mujeres», afirmó al inaugurar los debates en la Asamblea general de la ONU, lo que arrancó los aplausos en el plenario.
La presidenta de Brasil abogó también por la plena representación de un Estado Palestino en la ONU porque «solo un estado soberano libre podrá responder a los deseos legítimos de paz con sus vecinos» y de estabilidad en la región.
La demanda palestina de reconocimiento como Estado independiente en la ONU y la crisis económica global dominarán en los debates de la Asamblea General de la ONU, en la que participan mandatarios de 193 países.
Rousseff subrayó en su intervención en la tribuna de la ONU que la crisis global es «demasiado grave para ser manejada por un pequeño grupo de países» y consideró que «todos tienen el derecho de participar en las soluciones».
La presidenta brasileña también recalcó que el mundo necesita un Consejo de Seguridad de la ONU que «refleje la realidad contemporánea» y que incluya también a los países en desarrollo.
«Brasil, dijo, esta preparado para asumir su responsabilidad como miembro permanente» de ese organismo.
«Una nueva forma de cooperación, entre países desarrollados y emergentes, es una oportunidad histórica para redefinir, con solidaridad y responsabilidad los compromisos en las relaciones internacionales», añadió.
En la cumbre mundial de la ONU, los países emergentes promueven una campaña para reformar las instituciones multilaterales, en la actualidad dominadas por Estados Unidos y la Unión Europea.
En paralelo a la Asamblea de la ONU se estima que se celebrarán mas de un millar de reuniones bilaterales.