Indígenas bolivianos mantienen su protesta con más renuncias en el Gobierno

Indígenas bolivianos mantienen su protesta con más renuncias en el Gobierno
. EFE/Archivo

Los indígenas bolivianos que marchan desde el 15 de agosto contra una carretera en la Amazonía seguirán con su protesta pese al anuncio del presidente Evo Morales de suspender las obras tras la represión policial del domingo, por la que hoy renunciaron otros dos integrantes del Gobierno.

El viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, dejó su cargo tras ser responsabilizado de la actuación policial por el Ejecutivo aunque él rechazó que tuviera culpa alguna, y la directora de Migración, María René Quiroga, renunció hoy, al igual que hizo el lunes la ministra de Defensa, Cecilia Chacón, en rechazo a la represión de la marcha indígena.

El presidente del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), Fernando Vargas, confirmó hoy la decisión de seguir su marcha hasta La Paz para exigir a Morales la suspensión definitiva, y no solo temporal, de esa vía que financia Brasil.

«Con sinceridad, vamos a decir al pueblo boliviano que la marcha continúa. Sin embargo, antes tenemos que estar todos unidos como antes de la brutal acción que hizo el Gobierno contra nosotros», declaró hoy Vargas a periodistas.

Para los indígenas amazónicos, el anuncio de Morales «ratifica» que el proyecto vial seguirá porque solo planteó suspender las obras mientras consulta a las regiones por donde pasará la carretera, dijo a Efe otro dirigente del Tipnis, Adolfo Moye.

«Las comunidades indígenas hemos dicho que esa carretera no debe pasar por el Tipnis. Entonces, ¿para qué hará la consulta?. No creemos en esta propuesta del Gobierno», agregó.

Vargas y otros líderes nativos fueron detenidos el domingo y liberados el lunes por la población de la localidad amazónica de Rurrenabaque, que impidió que la Policía enviara en avión a otras zonas a los manifestantes, en una de las muchas protestas contra el Gobierno y en respaldo a los indígenas.

Ante la oleada de protestas, que incluyó la dimisión de la ministra de Defensa, Cecilia Chacón, Morales anunció la suspensión de la construcción mientras consulta a las regiones de Cochabamba y Beni, por las que pasa la vía.

Morales criticó a quienes renunciaron en su Gobierno, y dijo que «algunos pueden escapar» cuando hay problemas pero agregó que su «mejor compañía» son las organizaciones sociales que le respaldan, aunque las encuestas muestran un deterioro constante de su apoyo popular.

La vía de la discordia, de unos 300 kilómetros, atraviesa el Tipnis, reserva natural de 1,2 millones de hectáreas, y la construye desde junio la empresa brasileña OAS, cuyo coste es de 415 millones de dólares (305 millones de euros).

Medio millar de agentes reprimieron el domingo con gases y porras el campamento de los indígenas cerca del pueblo de Yucumo, a más de 300 kilómetros de La Paz, amordazaron a los dirigentes de las etnias amazónicas y a mujeres, y trasladaron por la fuerza a decenas de ellos en autobuses y camionetas a pueblos vecinos.

Aunque Morales, de origen aimara, compareció finalmente en televisión a última hora del lunes para afirmar que no ordenó la represión violenta y que frenaba el proyecto, las protestas siguen hoy en varias ciudades, con huelgas y marchas.

El mismo Morales, que ha visto afectada su imagen de indigenista y ecologista con este conflicto según reconocen fuentes oficiales, dijo que la represión fue «imperdonable».

Los ministros de Gobierno, Sacha Llorenti, y de la Presidencia, Carlos Romero, tampoco reconocieron responsabilidad alguna y culparon de los excesos a los policías y al viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, que renunció pero acepta la culpa.

«Ese operativo que se llevó adelante en proximidades de Yucumo el domingo no contó con la instrucción del presidente ni tampoco con la orden del ministro de Gobierno», dijo Llorenti, y Romero agregó que Farfán dimitió para someterse a una investigación sobre lo sucedido.

La acusación a Farfán es la segunda versión de Llorenti en 24 horas sobre la brutal actuación de la policía, ya que el lunes dijo que los agentes actuaron por instrucción del Ministerio Público, lo que negó el fiscal general, Mario Uribe.

En la carta de renuncia de Farfán, difundida hoy por radio Erbol, él también critica la actuación de la Policía, pero agrega que no respondió a una orden suya ni del Gobierno.

Entre tanto, el líder del Movimiento Sin Miedo (MSM), el centroizquierdista Juan del Granado, aliado de Morales hasta el año pasado, anunció hoy dos demandas judiciales contra el Gobierno por la firma supuestamente «irregular» del contrato con OAS y por la violenta intervención policial.

Siguen sin aclararse las versiones de asociaciones indígenas, medios informativos e incluso los obispos de la Iglesia católica sobre muertos, heridos y desaparecidos.

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