Un libro de condolencias por la muerte de Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, se encuentra abierto en la casa de la disidente cubana fallecida el viernes en La Habana.
Berta Soler, portavoz de las Damas de Blanco, dijo a Efe que el libro fue abierto a las firmas tras el velatorio que duro poco más de dos horas de esta madrugada en la funeraria habanera «La Nacional».
Pollán, de 63 años, sufrió en la tarde del 14 de octubre un paro cardiaco que no logró superar después de haber permanecido ingresada desde el día 7 en el hospital «Calixto García» de la capital cubana.
Familiares de Pollán, miembros del colectivo femenino del que fue una de las cofundadoras, ex-presos políticos, conocidos disidentes y activistas de derechos humanos, realizaron guardias de honor durante el velatorio, informó Soler.
También le rezaron un rosario, entonaron el himno nacional al concluir el funeral, y después se procedió a la incineración de los restos de la disidente.
Una parte de las cenizas de Pollán se quedaron en su domicilio y el resto las llevó su única hija, Laura Labrada, a la ciudad oriental de Manzanillo, donde nació, para cumplir con su última voluntad de enterrar una parte en el panteón familiar y diseminar otra en un campo de flores.
A Laura Pollán, que mantuvo un pronóstico de muy grave desde su ingreso en una sala de terapia intensiva, se le diagnosticó un dengue tipo cuatro complicado con la combinación de otro virus identificado como «sincitial respiratorio», que ataca principalmente a niños, personas inmunodeprimidas y de la tercera edad, y a ese cuadro sumó una diabetes crónica.
Fue una de las fundadoras de las «Damas de Blanco», que obtuvo el Premio Sájarov del Parlamento europeo en 2005.
Ese movimiento surgió para reclamar la libertad de los opositores del llamado «Grupo de los 75» encarcelados durante la ola represiva conocida como la «Primavera Negra» de 2003.