La mandataria argentina, Cristina Fernández, a quien los sondeos dan como clara ganadora en las elecciones presidenciales del próximo domingo, llamó hoy a la unidad y apostó por la integración suramericana al cerrar su campaña electoral en un colmado teatro de Buenos Aires.
«Esta convocatoria a trabajar por una Argentina diferente es el punto de unidad para superar diferencias sin perder la identidad», sostuvo Fernández en el Teatro Coliseo de la capital argentina, cuando faltan cuatro días para las elecciones generales, en las que también se renovará parte del Parlamento.
De riguroso luto, arropada por numerosos funcionarios y militantes oficialistas, la jefa de Estado se emocionó al recordar a su esposo y antecesor, el expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), fallecido el 27 de octubre de 2010 de un paro cardíaco.
«Les pido a todos los que tienen responsabilidades institucionales que dejemos de lado las cuestiones menores», que haya «mayor inteligencia», manifestó la mandataria, quien pidió además una «autocrítica» a los dirigentes por caer en afirmaciones «estériles».
Mientras, en el recinto abarrotado escuchaban los miembros del Gabinete, gobernadores, legisladores, dirigentes sindicales, artistas y líderes de organizaciones humanitarias, como Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo, y Hebe de Bonafini, de Madres de Plaza de Mayo.
También estaban sentados en primera fila sus hijos, Máximo y Florencia, a quien les agradeció al borde del llanto porque «sin ellos», dijo, «no hubiera sido posible seguir» tras la muerte de Kirchner.
Fernández renovó sus críticas a la prensa que no refleja «la Argentina real», instó a luchar por mayor igualdad social y pidió cooperación del Parlamento «en las políticas que han contribuido a la distribución del ingreso y a la generación de trabajo».
Recordó el momento «complejo, difícil y turbulento» que atraviesa el mundo con una crisis «que parece no tener fin» y valoró el proceso de integración suramericana.
«Uno de los logros más importantes es la decisión definitiva de pertenecer a esta América del Sur», una región «rica en alimentos, agua y recursos naturales que vamos a defender con integración», subrayó la presidenta, única oradora del acto.
Destacó además la determinación de países de diferentes signo político por dar prioridad a la integración y felicitó a su compañero electoral, el ministro de Economía, Amado Boudou, por defender en la reunión del G20 de la semana pasada en París «las políticas que muchas veces querían cambiar» los países desarrollados.
El mitin formó parte de las actividades que encabezan esta semana los siete candidatos presidenciales para el cierre de sus campañas, entre ellos, el socialista Hermes Binner, a quien las encuestas le otorgan un segundo puesto.
«Tenemos algo que no se compra ni se vende: el entusiasmo. Queremos ser Gobierno en Argentina para construir un mañana mejor», aseguró Binner en el último acto electoral que celebró en Buenos Aires.
El gobernador de la central provincia de Santa Fe, donde cerrará campaña este jueves, afirmó que al oficialismo sólo muestra preocupación por lo económico, mientras que Argentina «merece una realidad mejor, donde no se separe lo económico de lo social, donde el desarrollo los integre»»
También cerró hoy la campaña en Buenos Aires el candidato Alberto Rodríguez Saá, de una facción del peronismo disidente, quien aseguró que no se necesita «nada de oficialismo ni oposición», sino «intransigentes con los principios, con los que estén a favor de los trabajadores y de una economía seria».
Por su parte, el radical Ricardo Alfonsín, hijo del expresidente Raúl Alfonsín (1983-1989), cierra este jueves su campaña con una caravana por Buenos Aires y parte de su cinturón urbano, mientras que el exmandatario Eduardo Duhalde (2002-2003), otro de los candidatos del peronismo disidente, prevé realizar un acto a las afueras de la capital argentina.