Los estudiantes chilenos volvieron a salir hoy a las calles, con marchas que en Santiago derivaron en violentos disturbios, pese a la advertencia del Gobierno de que endurecerá la mano para frenar los desórdenes.
En este segundo y último día de movilizaciones para exigir una educación pública y de calidad hubo también manifestaciones con altercados en Valparaíso y Valdivia, así como en Concepción, Talca y Temuco, en estos últimos casos sin incidentes.
La doble jornada de paro y protestas fue convocada por estudiantes de Secundaria y universitarios, el Colegio de Profesores y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la principal organización sindical del país, aunque en este caso el apoyo fue simbólico.
Esta nueva protesta del movimiento estudiantil, cuyo diálogo con el Gobierno se mantiene roto tras cinco meses de conflicto, se lleva a cabo después de que el gobierno de Sebastián Piñera decidiera ayer endurecer su postura por los desórdenes públicos.
El Gobierno presentó hoy una querella apelando a Ley de Seguridad del Estado contra la quema de un autobús, cometida este martes en Santiago, durante la primera de las dos jornadas de paro, y advirtió de que no dudará en aplicarla en otros casos.
«Cada vez que haya un acto que merezca la mayor de las penas no temeremos invocar la Ley de Seguridad del Estado. Las penas son mucho más graves, y además estamos pidiendo que pueda existir un fiscal con dedicación exclusiva», advirtió la intendenta (gobernadora) de Santiago, Cecilia Pérez.
La Intendencia había autorizado para este miércoles dos manifestaciones que confluyeron en un mismo punto de la capital chilena y que reunieron a 25.000 según la policía y 70.000, según los organizadores.
Las marchas transcurrieron de forma pacífica la mayor parte del tiempo, pero al final, mientras se celebraba un acto cultural, cientos de encapuchados causaron altercados y se enfrentaron a la policía.
Las tiendas y sucursales bancarias cerraron sus puertas, en tanto que los transeúntes corrieron a refugiarse en sus hogares y centros de trabajo.
Los agitadores arrancaron semáforos, lanzaron piedras y levantaron barricadas. Además, un grupo atacó una gasolinera y derramó el combustible.
Un empleado del Canal 13 de la televisión local y un camarógrafo que cubría la manifestación para Televisión Español resultaron heridos por pedradas.
Según cifras preliminares de la policía, cinco carabineros resultaron lesionados y unas 40 personas fueron detenidas.
Los desórdenes obligaron a dar por finalizado antes de tiempo el acto cultural organizado por los estudiantes, al que acudieron los líderes Camila Vallejo, Giorgio Jackson y Francisco Figueroa, quienes llegaron este mismo miércoles a Santiago procedentes de Europa.
Allí se entrevistaron con representantes de las Naciones Unidas, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de la Unión Europea.
«En Europa nos hemos dado cuenta de que lo que estamos pidiendo no es utópico ni menos regresivo», declaró Vallejo.
Por su parte, Giorgio Jackson, de la Universidad Católica, insistió en que se ha de acometer una reforma tributaria para poder financiar una educación gratuita universal.
Al respecto, el portavoz gubernamental, el ministro Andrés Chadwick, recalcó que Chile no puede compararse con Francia, Bélgica o Suiza, al tiempo que recordó que esos países sufren hoy elevados índices de déficit.
«Los países que ellos visitaron tienen tres, cuatro, cinco veces más ingreso per cápita que Chile, son países desarrollados hace muchos años, y además hoy día están en una crisis gigantesca en virtud del déficit fiscal por haber usado mal los recursos», remachó.
A su vez, el ministro de Hacienda, señaló que, ante las demandas para aumentar el gasto en educación, el Gobierno «no claudicará en mantener responsabilidad fiscal».
Los estudiantes exigen una educación pública, gratuita y de calidad, y una reforma al sistema impositivo de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que les obliga a asumir grandes deudas para financiar sus estudios.