Las fuerzas de seguridad colombianas han desactivado este viernes un cargamento de un centenar de kilos de explosivo adosados a autobús escolar por miembros de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en las proximidades de Neiva (centro).
El frente 17 de las FARC pretendía hacer explotar la carga, constituida esencialmente por nitrato de amonio, en dicha ciudad mediante control remoto, según ha confirmado el teniente coronel de la Policía colombiana Julio César Alvarado.
El autobús escolar cubría la ruta de la escuela Santa Helena entre Neiva y la localidad de Balsillas, que fue interceptado por los guerrilleros durante el camino y, acto seguido, obligaron a los alumnos a bajar.
El explosivo fue escondido en una papelera y en una lona que había en el guardaequipaje de la parte trasera. Los guerrilleros obligaron al conductor a llevar el autobús hasta la capital regional. Según han informado medios locales, las autoridades lograron desactivar la carga tras dos horas.