Los líderes iberoamericanos reunidos en Asunción aprobaron hoy una declaración que apuesta por proteger a los «sectores más vulnerables en tiempos de crisis» impulsando políticas que resguarden la inversión social.
Al término de la XXI Cumbre Iberoamericana, los mandatarios aprobaron la Declaración de Asunción, un documento de 58 puntos que recoge las conclusiones de la cita en la que Paraguay entregó el testigo a España, anfitrión de la reunión de 2012, que se celebrará en Cádiz.
Igualmente aprobaron un Plan de Acción, en el que se incluye la decisión de revisar la estrategia de cooperación aprobada en 2007 y preparar una nueva que tenga en cuenta los avances y cambios registrados desde entonces, con el fin de avanzar hacia al fortalecimiento de «la identidad iberoamericana».
En la cumbre de la capital paraguaya, una de las menos concurridas de la historia de la comunidad iberoamericana por la asistencia de sólo la mitad de los 22 líderes, los mandatarios abogaron en la Declaración de Asunción por implantar «políticas, programas y acciones orientados a la protección de la sociedad en su conjunto» y en particular a los más vulnerables.
Las medidas, convinieron, «deben orientarse a sostener la capacidad de crecimiento del sector productivo y del empleo», a mejorar la competitividad «con inclusión social» y a resguardar la inversión social «fortaleciendo las redes de protección y evitando que los costos sociales coyunturales signifiquen rezagos para determinados sectores en la estructura social».
En general, la declaración desgrana el compromiso de los líderes iberoamericanos por un Estado transparente y bien gestionado, en línea con el asunto debatido: la transformación del Estado y el desarrollo.
En ese sentido, enfatiza el «rol del Estado en la erradicación de la pobreza y en la reducción de la desigualdad, a través de una inversión social sostenida».
Eso implica «integrar plenamente a la sociedad a los grupos y sectores en situación de exclusión y vulnerabilidad» con el fin de facilitar su acceso «al empleo digno y de calidad, así como a los servicios públicos y al bienestar».
Para ello, los mandatarios se comprometieron a promover cambios progresivos para consolidar un «sistema de recaudación (fiscal) más eficiente, eficaz y transparente», que «redunde en favor de una redistribución equitativa del ingreso».
Otras intenciones consignadas en el documento final son las de garantizar la universalidad en la atención y la equidad en el acceso a la salud, así como el fomento a la cultura mediante un aumento progresivo de los recursos destinados a este propósito.
La Declaración de Asunción reafirma además el respeto a la identidad de los pueblos indígenas «para que puedan ejercer plenamente sus derechos y responsabilidades» y reconoce «la rica contribución a Iberoamérica de los afrodescendientes».
Igualmente reafirma el compromiso con los derechos de las mujeres con el propósito de garantizar «la igualdad de género en todos los poderes y niveles de la administración» pública.
El principal documento de la Cumbre también dedica unos puntos a la promoción de las nuevas tecnologías, «incluidas las de la información y la comunicación» por la importancia que tienen para el desarrollo de la región.
En un ámbito más regional, los mandatarios expresaron su respaldo a la «Estrategia de Seguridad de Centroamérica» e instaron a la comunidad internacional a apoyar y cooperar con esa iniciativa.
A Paraguay, anfitrión de la Cumbre, se le reconoció «la situación especial» como «país en desarrollo sin litoral marítimo», y los líderes se comprometieron a darle el apoyo necesario «para que supere sus vulnerabilidades y problemas específicos de su condición», facilitándole para ello el libre tránsito de conformidad con las reglas internacionales.
En lo que tiene que ver con el Plan de Acción, las líneas prioritarias de actuación de la nueva estrategia de cooperación serán el fortalecimiento institucional, la inclusión y cohesión social y el fortalecimiento de la cooperación iberoamericana, con especial atención a la sur-sur.
Sus líneas transversales serán: género, pueblos originarios y afrodescendientes y sostenibilidad medioambiental, señala el documento.
Además de la Declaración de Asunción y del Plan de Acción, la Cumbre Iberoamericana aprobó 13 comunicados especiales relativos a temas tan diversos como la reivindicación argentina sobre las Malvinas, el embargo a Cuba, la seguridad ciudadana, los flujos migratorios, la seguridad, la emigración y el medio ambiente.