Tras la celebración de un «juicio político» contra él por los disturbios ocurridos la semana pasada donde murieron 17 personas
El Senado paraguayo aprobó este 22 de junio de 2012 la destitución del presidente del país, el ex obispo izquierdista Fernando Lugo, tras la celebración de un «juicio político» contra él por los disturbios ocurridos la semana pasada en la localidad de Curuguaty.
En los incidentes, que tuvieron como escenari el departamento de Canindeyú (sureste), murieron 17 personas en enfrentamientos entre campesinos y policías.
La Cámara de Diputados de Paraguay resolvió el jueves examinar la responsabilidad de Lugo en esos disturbios. Finalmente, en el Senado, cámara a la que le correspondía realizar este «juicio político», Lugo ha quedado destituido este viernes por 39 votos frente a cuatro.
LAS PALABRAS DE LUGO
El expresidente ha comparecido poco después ante las cámaras.
«Es la historia paraguaya sin democracia la que ha sido herida profundamente. Espero que sus ejecutores tengan presente la gravedad de sus hechos».
«Esta noche salgo por la puerta más grande de la patria: por la puerta del corazón de mis compatriotas».
Es Federico Franco, un médico de familia conservadora perteneciente al partido Liberal, el que sustituirá a Lugo como presidente.
«Dios y el destino quiso que asuma la Presidencia de la República», ha afirmado al jurar el cargo.
ORIGEN DE LA CRISIS
El origen de la crisis política fue la matanza de seis policías y once campesinos que se produjo el 15 de junio en el norte del país tras la ocupación de una finca por cientos de campesinos.
Tras esa matanza, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), con el que gobernaba Lugo en coalición, le retiró su apoyo el jueves y se unió a su eterno contrincante, el Partido Colorado, para provocar un juicio político contra el presidente.
Este proceso está contemplado en la Constitución vigente desde 1992.
«Es legal pero no es legítimo», comentaba uno de los partidarios de Lugo.
«Se hizo lo que se tenía que hacer», declaraba un senador de derechas tras la destitución.
El Congreso paraguayo ha desoído a los ministros de Exteriores de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se había desplazado a Asunción y a su secretario general, Alí Rodríguez, quien ha leído un comunicado en el que se oponía al proceso.
Los líderes de Brasil, Venezuela, argentina y Ecuador, entre otros, se han pronunciado en contra de la sentencia.
LA CONFERENCIA EPISCOPAL
El presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, Claudio Giménez, y otras autoridades eclesiásticas del país habían solicitado al antiguo obispo Lugo que renunciara antes de que se emitiera ningún veredicto «para preservar la paz y evitar que haya más violencia y más muerte».
Pero Lugo rechazó la propuesta y denunció en el canal venezolano Telesur que estaba sufriendo un «golpe de Estado exprés».
LO QUE DICE LA LEY
La ley establece que corresponde al vicepresidente, Federico Franco, asumir ahora las competencias del jefe de Estado.
La Constitución de Paraguay contempla en su artículo 225 que el presidente de la República puede ser sometido a un juicio político «por mal desempeño de sus funciones, por delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos o por delitos comunes».
La acusación debe ser presentada por la Cámara de Diputados con el apoyo de dos tercios de los legisladores.
Miles de personas se habían reunido frente al Senado en apoyo de Lugo y, tras la votación, se han producido incidentes violentos y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, según informan los medios de comunicación locales.
Nuevo presidente en Paraguay
El nuevo presidente de Paraguay, Federico Franco, ha jurado este viernes su cargo como máximo mandatario del país, tras la destitución de Fernando Lugo en un «juicio político» impulsado por la formación de corte liberal que lidera el nuevo presidente, Partido Liberal Radical Auténtico.
En presencia de la plana del Congreso paraguayo, Franco ha asumido el cargo a las 19.00 hora local (1.00 hora peninsular española del sábado).