Durante los últimos diez años, la Avenida Bolivar fue un territorio exclusivo de las fuerzas del chavismo, el patio de sus mítines y sus verbenas, donde la oposición tenía expresamente prohibido reunirse
A una semana de los comicios en Venezuela, el candidato opositor Henrique Capriles desbordó este domingo 30 de septiembre las calles de Caracas con una masiva manifestación, mientras el presidente Hugo Chávez prometió blindar su proyecto socialista si logra una tercera reelección el 7 de octubre de 2012 en el país petrolero.
El candidato de la oposición venezolana ha emplazado a sus compatriotas a votar en masa «para derrotar a los violentos», una referencia al asesinato de tres de sus seguidores que fueron asesinados el sábado en el estado de Barinas cuando se desplazaban en una caravana electoral.
UNA MAREA HUMANA
Cientos de miles de personas vitorearon al joven gobernador de Miranda mientras surcaba las atestadas vías capitalinas en lo alto de una camioneta descapotable, desde la que lanzaba besos, estrechaba manos y repartía las polémicas gorras con los colores de la bandera nacional amarillo, azul y rojo, que han irritado al oficialismo.
«Ustedes juzguen quién está en el proceso de cambio y quién se enfermó en el poder, porque el que hoy está en (el palacio presidencial de) Miraflores defraudó al pueblo», gritó Capriles, cuya camisa con el tricolor nacional desafía las advertencias del ente electoral sobre el uso de los símbolos patrios en la campaña.
El político de 40 años comenzó su discurso lamentando el asesinato de tres activistas de oposición durante una caravana el sábado en Barinas, el peor incidente en dos meses de campaña que transcurrieron con relativa tranquilidad.
Los sondeos dibujan escenarios muy dispares, desde un triunfo contundente del ‘Comandante‘ hasta una ajustada victoria del ‘flaco‘, remontando desde atrás en las encuestas, lo que está alimentando el triunfalismo en el chavismo y la oposición.
Analistas advierten que un resultado muy reñido podría generar violencia si es disputado por alguno de los dos bandos.
«En las mesas estaremos defendiendo los votos por Chávez. Capriles no tiene argumentos, es un golpista», dijo Carlos Navarro, un obrero de la costa oriental del Lago Maracaibo.
El chavismo denuncia que sus adversarios planean cantar fraude para desestabilizar el país ante la victoria del presidente, mientras que en algunos sectores de la oposición temen que el líder bolivariano, al que ven como un dictador, se niegue a entregar el poder si las urnas no le son favorables.
«Chávez definitivamente va a luchar porque no quiere perder su poder», dijo Vessia Rodríguez, de 62 años, sosteniendo un enorme cartel con el eslogan de Capriles: «Hay un camino».
«¡Mira Fidel Castro!», clamó mientras señalaba la concentración y refiriéndose al amigo y mentor ideológico del mandatario que gobernó Cuba durante décadas.