El TSJ estableció en un fallo emitido el 9 de enero que Chávez podía tomar juramento una vez que se recuperara de la enfermedad
El regreso de Hugo Chávez a venezuela ha reabierto la discusión sobre dónde y cuándo debería producirse el acto de toma de juramento para el periodo 2013-2019 de Gobierno, una ceremonia que podría incluso hacerse en la habitación del hospital en que se encuentra desde que llegó este domingo 17 de febrero al país.
Constitucionalistas consideran que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que deberá tomar juramento a Chávez, puede constituirse en cualquier punto del territorio nacional y que la condición de magistrados de sus integrantes daría por sí misma el carácter público al acto independientemente de dónde se haga.
Las especulaciones se multiplican alrededor de la jura. Mientras desde el chavismo se sostiene que el presidente tomará juramento «cuando esté bueno y sano«, como dijo el dirigente Aristóbulo Istúriz, desde la oposición se insiste en que se debe cumplir con el acto, que según la Constitución debería haberse producido el pasado 10 de enero.
El TSJ estableció en un fallo emitido el 9 de enero que Chávez podía tomar juramento una vez que se recuperara de la enfermedad, considerando ese acto una formalidad innecesaria para un presidente reelegido.
Además, determinó que sería el propio TSJ el órgano encargado de la toma de juramento, dado que el artículo de la Constitución que prevé que ese acto se celebre el 10 de enero ante la Asamblea Nacional establece que si por algún «motivo sobrevenido» el presidente no pudiera hacerlo ante el Parlamento lo hará ante el máximo tribunal.
Para el abogado constitucionalista Gustavo Tarre «el inmenso disparate» que, en su opinión, significó la sentencia del TSJ, ha dejado este escenario en el que Chavez «se pueda juramentar más o menos cuando quiera».
«Todo esto lo que pone en evidencia es que tenemos un jefe de Estado que públicamente está en la plenitud de ejercicio de todas sus atribuciones y poderes, pero que en la práctica no está en capacidad de hacerlo».
Acto público o privado
En su opinión, la Constitución «no prohíbe» la posibilidad de que Chávez pueda tomar juramento en cualquier lado, pero subrayó que «la naturaleza del acto clama por que sea público».
«Si lo hace en privado habrá algunos testigos por calificados que estos sean, pero el país no tendrá una evidencia directa del compromiso asumido por el presidente».
El constitucionalista, Gerardo Blyde, alcalde del opositor municipio caraqueño Baruta, indicó al canal Globovisión, que la toma de juramento de Chávez «debería ser ya: el presidente regresó y si el tribunal sostiene que el presidente está hábil (…) para gobernar también tiene que estar hábil para juramentarse».
Blyde señaló que no hay precedentes de un presidente que no se juramentara de manera «privada», al subrayar que el acto de toma de juramento «permite a todos los ciudadanos tener certezas» sobre el momento del inicio del Gobierno y de los actos válidos el gobernante.
No obstante, para Blyde es posible la toma de juramento en privado.
«Yo creo que sí, en casos extremos un presidente puede ser juramentado en privado ante quien le dé fe pública a ese juramento y los magistrados, nos guste o no, los magistrados del TSJ tienen la capacidad de dar fe publica».
En el mismo sentido se manifestó el constitucionalista Hermann Escarrá, quien recordó que «nada impide el ejercicio del poder nacional en cualquier lugar de la República» y el judicial es uno de los Poderes del Estado.
Escarrá indicó que el ex presidente Carlos Andrés Pérez no tomó juramento de su segundo mandato en la Asamblea Nacional sino en un céntrico teatro caraqueño.
Agregó que ahora el acto de jura debe ser ante el TSJ y es ese órgano el que tiene que establecer la «formalidad» que debe seguirse para el juramento, que, no obstante, en su opinión, debería hacerse ante la Sala Plena de esa órgano.
«No existe una norma en particular que señala que el presidente debe dar un discurso o decir ‘sí juro’, bastaría con una expresión escrita o un gesto».