La visita del presidente a San José de Costa Rica recuerda el valor estratégico de esta región para EEUU
Barack Obama pasó de puntillas por la lucha contra el narcotráfico durante su estancia en México, pero no ha podido ni querido hacerlo en Costa Rica.
El espinoso asunto dominó la agenda del presidente estadounidense en su encuentro con sus pares centroamericanos, reunidos este pasado 4 de mayo de 2013 en Costa Rica.
LAS PROMESAS DEL NORTE
Barack Obama ha renovado el compromiso de su Gobierno de contribuir a la estabilidad, el progreso y la seguridad de Centroamérica, una región vital en el ajedrez de la estrategia norteamericana y que ahora atraviesa por una etapa de gran incertidumbre por culpa de la violencia y el narcotráfico.
«Nuestro destino está unido al suyo».
En su visita a San José de Costa Rica, donde en la tarde del viernes se entrevistó con la presidenta de ese país, Laura Chinchilla, y posteriormente participó en una cena de trabajo con los líderes de Panamá, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Belice y la República Dominicana, Obama insistió en que va a colaborar en el desarrollo y la pacificación de este área.
«Vamos a estar junto a ustedes, porque si a ustedes les va bien, a nosotros también».
LOS CENTROAMERICANOS NO SE CONFORMAN CON PALABRAS
Las promesas de Obama cayeron bien, pero en América Latina ya casi nadie se conforma con palabras.
Como explica Manuel Cascante en ‘ABC’, durante su reunión en San José, capital de Costa Rica, con los mandatarios de los países socios del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), Obama se llevó una «grata recomendación, de que no sólo hay que trabajar en la represión del delito, sino también en su prevención», dijo el presidente de El Salvador, Mauricio Funes.
Aunque no hubo declaración oficial ni firma de documento alguno, el canciller constarricense, Enrique Castillo, confirmó que la prevención del narcotráfico, la reforma migratoria en Estados Unidos y la cooperación comercial fueron los asuntos abordados por Obama y los líderes de Costa Rica, Laura Chinchilla; Honduras, Porfirio Lobo; Guatemala, Otto Pérez Molina; Nicaragua, Daniel Ortega; Panamá, Ricardo Martinelli; República Dominicana, Danilo Medina; el mencionado Funes y el primer ministro de Belice, Dean Barrow.
«Está claro que hay un tema fundamental que nos interesa a todos los centroamericanos, que es el combate a la pobreza (…) y eso crea las mejores condiciones para combatir el narcotráfico», señaló el nicaragüense Daniel Ortega.
Porfirio Lobo insistía:
«Necesitamos apoyo decidido del gobierno de Estados Unidos para atacar el enemigo común del narcotráfico (pues) los países de la región ponemos los muertos en una guerra que no empezamos».
Previo a este encuentro, Obama se entrevistó con la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, para discutir sobre este mismo asunto.
«La seguridad es un tema que se impone, pero que no rige relaciones entre Costa Rica y Estados Unidos. Sabemos que el crimen organizado pesa con crudeza sobre la estabilidad institucional de la región, por lo tanto reconocimos la importancia de mantener los niveles de cooperación y redoblar los esfuerzos».
La presidenta subrayó que «un país como Costa Rica no puede avanzar hacia escenarios de guerra», por lo tanto le explicó al presidente Obama que hay que dar especial importancia a la prevención de la entrada de bandas criminales, a la prevención del consumo y a la creación de oportunidades para los jóvenes, así como a las instituciones judiciales.
Policía eficaz
Obama respondió en rueda de prensa que su Gobierno no está interesado en «militarizar la lucha contra el narcotráfico».
Chinchilla le recordó que su país, «por no tener ejército ni querer nunca tener que fundar uno, no puede permitirse llegar a esos escenarios para enfrentar el narcotráfico y el crimen organizado».
«Si tenemos una policía eficaz, cooperación y reforzamos la capacitación en Centroamérica, podemos progresar. Debemos pensar creativamente porque algunas de las cosas que estamos haciendo han funcionado, pero otras no», dijo el mandatario estadounidense.
La presidenta reconoció que su país esperaba desde hace tiempo «las señales que la Administración Obama está mandando de que una efectiva política de combate a las drogas pasa por la prevención, por una ciudadanía más consiente del problema y por una transparencia institucional».
En el apartado económico, Obama dijo que «si el hemisferio está trabajando conjuntamente de manera efectiva es beneficioso»; si no, se perderá la competitividad con otras regiones porque los flujos de inversión van a las áreas del mundo con instituciones más fuertes y transparentes.
Chinchilla dijo que si Costa Rica no exporta sus «productos», seguirá exportando «personas».