Dos complejos coheteriles antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos aviones Mig-21 Bis y 15 motores de este tipo de avión
El buque de bandera norcoreana retenido en Panamá transportaba 240 toneladas métricas de armamento defensivo «obsoleto» perteneciente a Cuba «para ser reparado y devuelto» a la isla.
El Ministerio de Relaciones Exteriores cubano precisa en una nota divulgada este 16 de julio de 2013, que dicho armamento consiste en:
«Dos complejos coheteriles antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos aviones Mig-21 Bis y 15 motores de este tipo de avión, todo ello fabricado a mediados del siglo pasado para ser reparado y devuelto a nuestro país».
«Los acuerdos suscritos por Cuba en esta esfera se sustentan en la necesidad de mantener nuestra capacidad defensiva para preservar la soberanía nacional«, explica la Cancillería de La Habana en su declaración.
«La República de Cuba reitera su firme e irrevocable compromiso con la paz, el desarme, incluido el desarme nuclear, y el respeto al Derecho Internacional».
Según esa declaración, el buque de carga «Chong Chon Gang» partió «de un puerto cubano» (aunque no se precisa cuál) «rumbo a la República Popular Democrática de Corea» transportando además 10.000 toneladas de azúcar.
Las autoridades de Panamá mantienen retenido desde ayer en el puerto de Manzanillo (privado) de Colón, en la costa del Caribe, a ese buque con pabellón norcoreano después de descubrir que transportaba armamento bélico junto a un cargamento de azúcar.
El barco está siendo sometido en Panamá a un «exhaustivo registro» y el Gobierno de Estados Unidos se ha ofrecido a cooperar en esa inspección.
Este episodio se produce apenas dos semanas después de la visita que, entre finales de junio y primeros de julio, cursó a Cuba una delegación militar de Corea del Norte, encabezada por el jefe del Estado Mayor General del Ejército Popular de Corea del Norte, Kim Kyok Sik, quien incluso fue recibido por el presidente cubano, Raúl Castro.
Durante esa visita, el general Kim Kyok Sik resaltó los lazos de «hermandad» entre ambos países, y dijo que comparten «la misma trinchera».