La cirugía pretendería drenar el hematoma que presenta en la cabeza, concretamente entre la corteza del cerebro y la meninge
El vicepresidente argentino, Amado Boudou, ha encabezado este lunes 7 de octubre de 2013 varios actos de Gobierno tras la enfermedad de la presidenta Cristina Fernández, sin que se haya oficializado un traspaso de poder, y en medio de cuestionamientos por su presunta vinculación con escándalos de corrupción.
«Ella (Fernández) quiere que se mantenga la gestión, y todo el equipo vamos a mantener la gestión. ¡Fuerza Cristina, fuerza Argentina, vamos todos juntos!», ha afirmadp Boudou en un acto en la casa de Gobierno, en el que anunció la repatriación del científico número 1.000.
Dos días después de la prescripción médica de reposo durante 30 días, la presidenta argentina ha vuelto a la clínica Favaloro para pasar nuevos exámenes médicos y, si procede, ser sometida a una intervención quirúrgica.
La cirugía pretendería drenar el hematoma que presenta en la cabeza, concretamente entre la corteza del cerebro y la meninge.
La presidenta permanecía en la residencia del barrio Olivos acompañada por sus hijos Máximo y Florencia y guardando reposo para recuperarse de una lesión cerebrovascular -hematoma por sangrado- causada por una caída y golpe en la cabeza, además de un cuadro de arritmia.
Mientras tanto, en la Casa Rosada reina un hermetismo total y Boudou encabeza actos oficiales que Fernández tenía programados en su agenda oficial.
Boudou se ha convertido este lunes en una suerte de regente del país, pese a que no ha habido una delegación formal del poder por decreto gubernamental que lo designe como presidente interino.
El artículo 88 de la Constitución dispone que en caso de licencia por enfermedad del presidente de la nación, u otras causas de baja laboral, el vicepresidente ascenderá de cargo.
Mecanismo automático
En la Casa Rosada, Boudou encabezaba este lunes dos actos oficiales la presidenta tenía en la agenda de actividades. Uno, la mencionada celebración por la repatriación de científicos argentinos que estaban en otros países al instituto oficial Conicet, y otro, la entrega de coches patrulla a la policía.
Allí, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, ha declarado que Boudou «estará al frente del poder Ejecutivo» mientras dure el reposo ordenado por los médicos a Fernández.
«Está previsto. Ya ha ocurrido en otras oportunidades. Son mecanismos automáticos. Me ha ocurrido a mí, cuando fui vicepresidente y Néstor (Kirchner) tuvo una situación particular o un viaje».
Boudou ya sustituyó a Fernández en 2012, cuando ella se sometió a una cirugía de tiroides. Por entonces él soñaba auparse como presidenciable.
Pero pasó a un segundo plano después de que la prensa destapara su presunta vinculación con un caso de tráfico de influencias Con ellas pretendía apoderarse de la impresión de billetes, una veta de 38 millones de euros.
De jovencito, Boudou organizaba conciertos de rock y se iniciaba en política militando en la conservadora Unión de Centro Democrático (UCD).
Pero en cuánto vio el filón se pasó al peronismo en su versión kirchnerista. ‘Aimé’ es su apodo, tiene 52 años y arrastra fama de ‘playboy’. Entre sus conquistas figura una periodista 20 años menor a la que conoció en una entrevista.
Considerado un ‘carilindo‘ por muchas mujeres argentinas, se ha jactado en actos públicos de su historial de juergas.
«Pasé toda una vida dedicada a la noche», ha soltado.
Suele conducir su moto Harley Davidson vistiendo chupa de cuero negro. Y hasta se ha atrevido, guitarra en mano, a dar recitales de rock heavy metal.
Incertidumbre inicial
«No tenemos claro qué va a suceder, una vez que se exprese concretamente la tarea que va a llevar a la práctica el vicepresidente sabremos cuál es la decisión que se tomó», había reconocido previamente el senador kirchnerista y ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández.
Fernández había revelado que la presidenta «anímicamente está bien, pero tiene que descansar como cualquier otro humano que lo necesita».
La pagina web de la Casa Rosada emitía un lacónico titular de la agenda presidencial: ‘Sin actividad programada‘.
Nelson Castro, médico neurólogo y uno de los periodistas más populares de Argentina, ya había alertado el 20 de agosto pasado en su programa:
«Señora presidenta, sus médicos están muy preocupados por su estado emocional. Sépalo. Escúchelos. Es importante que su salud emocional sea perfecta».
Ahora ha revelado que el hematoma por sangrado que Fernández presenta dentro de su cráneo «tiene unos 5 milímetros, no es muy grande y por eso no produce desplazamientos«.
Y ha opinado que la presidenta, en vez de volver a la residencia, «debería haber quedado ingresada en observación clínica».
Falso chequeo ginecológico
También Carlos Pagni, columnista del diario opositor ‘La Nación‘, ha destapado que la jefa de Estado tiene «tropezones cada vez más frecuentes» y ha ‘aterrizado‘ en el suelo en varias ocasiones.
De hecho el Gobierno escondió hasta el sábado pasado la caída del 12 de agosto que le provocó el traumatismo de cráneo.
En aquel momento justificó su visita al sanatorio por un chequeo ginecológico, ahora desmentido.
«La salud presidencial está rodeada de gran ocultamiento», sostuvo el periodista. Y puso de ejemplo otra novedad: el 28 junio de 2011 Fernández «se derrumbó sobre el piso» durante una visita al Instituto Leloir, «lo que le dejó un tajo en la cabeza».
Sin embargo -añadió- ella lo tomó como «una señal», pues Néstor Kirchner también se abrió la frente de un golpe al asumir la presidencia.
Hasta la media mañana del lunes la Casa Rosada no había informado si Fernández se tomará baja por enfermedad y delegará por decreto el poder a Boudou para que éste asuma formalmente el cargo de presidente interino, que corresponde según lo establece el artículo 88 de la constitución.
A tres semanas de las elecciones legislativas, en que la suerte del ‘cristinismo‘ parece echada: perdería la mayoría parlamentaria y quedaría de primera minoría, según las encuestas, aún no hay certezas de cuánto y cómo la enfermedad presidencial y el frenazo en la campaña incidirá en el resultado oficial en los comicios: ¿menos o más votos?.