Junto a la CIA, lagentes de ambos países colaboraron en los asesinatos selectivos

Reino Unido e Israel ayudaron a Colombia a eliminar jefes narcoterroristas de las FARC

Permitieron acabar con criminales como el 'Negro Acacio', 'Martín Caballero', 'Raúl Reyes' y el 'Mono Jojoy'

Reino Unido e Israel ayudaron a Colombia a eliminar jefes narcoterroristas de las FARC
'Raúl Reyes', 'Negro Acacio', 'Mono Jojoy' y 'Martín Caballero'. TP

eronaves colombianas lanzaban bombas de precisión tipo Paveway II, un arma casi infalible guiada por GPS, directamente a las coordenadas donde estaba el facineroso de turno

Reino Unido e Israel, además de Estados Unidos, colaboraron con Colombia en las operaciones de bombardeo de alta precisión, en las que fueron eliminados los principales comandantes de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Según ha revelado el diario colombiano El Tiempo, citando fuentes del Ejército del país, el asesinato selectivo de dirigentes narcoterroristas fue muy eficaz y se ejecutó con extrema profesionalidad.

Este 22 de diciembre de 2013l, el diario The Washington Post reveló que la CIA colaboró de manera fundamental en las operaciones de bombardeo que permitieron acabar con dirigentes guerrilleros como el ‘Negro Acacio’ y ‘Martín Caballero’, en el 2007, y luego contra miembros de la cúpula de las FARC como ‘Raúl Reyes’ en la frontera con Ecuador y el ‘Mono Jojoy’.

«No podemos negar que en todos los golpes claves de la última década hubo ese apoyo, no solo de ese Gobierno sino del Reino Unido e Israel», ha señalado una fuente militar consultada por El Tiempo.

Colombia cree que los acuerdos con las FARC son esperanzadores.

Según las revelaciones de The Washington Post el método consistía en la infiltración de personal de inteligencia que ubicaba en los campamentos guerrilleros los dispositivos electrónicos que guiaron las ‘bombas inteligentes’.

Después, aeronaves colombianas lanzaban bombas de precisión tipo Paveway II, un arma casi infalible guiada por GPS, directamente a las coordenadas donde estaba el facineroso de turno. Más de 2.000 acciones criminales de las FARC en 2013.

El Ejército colombiano emplea estas bombas desde finales del 2005 y a la luz de lo ocurrido, se puede concluir que permitieron inclinar la balanza del conflicto colombiano a favor de las fuerzas gubernamentales.

También han sido empleadas en guerras como las de Irak y Afganistán.

LOS DETALLES REVELADOS POR WP

En su extenso reportaje, The Washington Post afirma:

«Hoy, una comparación entre Colombia, con su vibrante economía y la elegante vida social de Bogotá, y Afganistán puede parecer absurda, pero hace apenas una década, el país tenía las más altas tasas de homicidio en el mundo y había temor de que pudiera convertirse en un Estado fallido».

Revela el diario norteamericano que en 2006, el entonces ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, encabezó una estrategia del gobierno Uribe para lograr que Estados Unidos compartiera información y tecnología de punta.

El 11-S -que redundó en el uso de la ayuda antinarcóticos del Plan Colombia para la lucha contra la guerrilla en zonas del narcotráfico- y el secuestro de los tres norteamericanos, en febrero del 2003, jugaron en favor del sí para esa petición.

The Washington Post agrega que la estrategia superó tres grandes obstáculos: primero, las dificultades para acoplar las bombas inteligentes, hechas para los poderosos F-16 norteamericanos, a los aviones colombianos.

Un segundo escollo fue jurídico: se planteó la duda de si un ataque con centenares de explosivos contra los guerrilleros en tierra podría suponer, bajo leyes federales, un asesinato.

Se impuso la tesis de que, como los jefes de AlQaeda, los de las FARC eran blancos legítimos pues representaban una amenaza real para los mismos EE.UU y para países amigos.

Y hubo reservas sobre el eventual uso de las nuevas tecnologías en contra de «opositores políticos» del pasado gobierno.

Por eso, supuestamente, la CIA cumplió el papel de ‘policía’ en cada caso. Hasta hoy, dice el informe, no hay ni un reporte de uso indebido de las ayudas o de daños colaterales.

Lo que dice el ‘Post’ sobre Fénix y Jaque

En marzo del 2008, la famosa operación Fénix marcó el primer golpe militar en la historia contra el secretariado de las FARC. La muerte de ‘Raúl Reyes’ en territorio ecuatoriano fue una de las razones esgrimidas por el presidente Rafael Correa para acabar con la base norteamericana en la región de Manta.

Según Correa, desde allí se habría apoyado Fénix.

The Washington Post no menciona a Manta, pero sí confirma que Estados Unidos siguió minuto a minuto la operación y que la consideró un acto de «legítima defensa» contra un grupo terrorista refugiado en territorio extranjero.

También señala que, en el 2008, la presencia militar de EEUU llegó a superar los mil uniformados, muchos de ellos dedicados a la búsqueda de los tres norteamericanos secuestrados.

El reportaje dice que, en julio de ese año, la mayor parte de ese personal había salido de Colombia y que solo una unidad siguió en la misión.

Los experimentados marines, concluye el Post, tuvieron que jugar el papel de observadores de la operación Jaque, que trajo a la libertad a los estadounidenses y a otros 12 ‘canjeables‘, «sin un solo disparo»:

«Ellos eran el plan ‘B’ en caso de que saliera mal la operación colombiana».

Silencio de las FARC en La Habana

Los delegados de las FAR en Cuba guardan silencio sobre la información del Washington Post.

Tampoco se pronuncian sobre el pedido de extradición de EEUU -revelado por este diario- contra dos guerrilleros narcoterroristas que están en La Habana.

 

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