El presidente venezolano, Nicolás Maduro, prohibió este 22 de agosto de 2014, «terminantemente», la exportación de los productos de la cesta básica de los venezolanos.
La decisión que será publicada por vía de decreto el próximo lunes forma parte del conjunto de medidas tomadas por el Gobierno para tratar de atajar el contrabando.
«Queda terminantemente prohibida la exportación de todos los productos de la dieta básica de los venezolanos, porque Venezuela no exporta esos alimentos, los produce para consumirlos».
«La orden está dada tanto a nivel militar de nuestra Fuerza Armada, como a nivel del Gobierno».
El decreto que, según Maduro, será publicado el lunes identificará «todos los productos» cuya exportación queda prohibida «de manera expresa» y establecerá «las penalidades de acuerdo a la ley para el funcionario que permita por una unidad aduanera la exportación de esos productos».
Venezuela ha puesto como prioridad en el último mes la lucha contra el contrabando en medio de una aguda escasez de bienes que afecta a la práctica totalidad de sectores del país petrolero.
La nueva restricción se suma al recientemente anunciado cierre nocturno de la frontera que comparte con Colombia desde las 22.00 de cada día, hora local (2.30 GMT) hasta las 05.00 (9.30 GMT) implementada desde el pasado día 11. «Estamos dando una batalla al máximo nivel contra las mafias contrabandistas», dijo hoy Maduro.
El presidente acusó a «la derecha venezolana» de apoyar el contrabando y desarrollar «planes macabros» y «toda una operación para irritar y golpear al pueblo por la vía económica».
«No estoy exagerando, la derecha venezolana apoya el contrabando de manera abierta porque todo lo que le haga daño a Venezuela para ellos es la locura, ellos creen que es chévere (bueno)».
Maduró aseguró que sus acciones han empezado a detener la «hemorragia» del contrabando de «las mafias y los carteles contrabandista de la oligarquía venezolana y las mafias del lado colombiano».
El presidente venezolano también anunció esta semana la próxima instalación de un polémico sistema de captahuellas en comercios públicos y privados para controlar la venta de productos y evitar su desvío para el contrabando.
A través de la amplia frontera colombovenezolana de 2.219 kilómetros existe una actividad de contrabando de alimentos, gasolina, mercancía de cuidado personal, materiales de construcción, bienes esenciales, ganado y productos de consumo intermedio que en su mayoría pasan de Venezuela a Colombia.
CONTROL BIOMÁTRICO
El presidente de Venezuela ha asegurado este viernes, 22 de agosto, que el sistema biométrico para comprar alimentos «no va a racionar nada», respondiendo así a las denuncias de la oposición, que asegura que se trata de una medida desesperada para evitar el desabastecimiento total de comida.
«El sistema biométrico no va racionar nada: Al contrario. Es un sistema para liberarnos, para que el pueblo pueda ir libremente a cualquier supermercado o abasto y conseguir sus productos».
Durante la inauguración del Polideportivo Hugo Chávez, en Caracas, Maduro ha subrayado el compromiso de su Gobierno para derrotar el contrabando. «Lo que estamos comenzando a hacer en la frontera (con Colombia) es parar y sanar en profundidad el contrabando de extracción de las mafias y los carteles», ha destacado.
Así, ha pedido a los venezolanos que se sumen a esta «cruzada contra el contrabando» apoyando la instalación del sistema biométrico. «Quiero el apoyo del pueblo decidido en la calle», ha dicho, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias AVN.
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Maduro ordenó el pasado miércoles la instalación de lectores de huellas dactilares en las tiendas de alimentos de todo el país para racionar los productos que compra la población y responder así a la actual situación de escasez.
El Gobierno había anunciado anteriormente la creación de una Tarjeta de Abastecimiento Seguro con la que contabilizar los comestibles adquiridos en la red de distribución estatal, pero Maduro anunció una extensión del plan original para introducir un sistema de control biométrico en tiendas privadas.
El objetivo de este polémico plan es evitar que una misma persona compre grandes cantidades de alimentos para posteriormente revenderlos en el mercado negro o introducirlo de contrabando en Colombia, donde un kilo de harina puede venderse seis veces más caro.
La oposición ha criticado la medida, advirtiendo de que es una forma de imponer el racionamiento de los alimentos para evitar que la crisis de abastecimiento se agudice llevando a una falta absoluta de productos básicos.
Desde hace meses, Venezuela sufre una grave crisis de abastecimiento de productos básicos que el Gobierno de Maduro ha achacado a la supuesta «guerra económica» lanzada por sectores opositores, en concreto, al uso fraudulento de las divisas.
La oposición, en cambio, ha denunciado que la falta de productos básicos se debe a la mala gestión económica del oficialismo y a la corrupción en la administración pública.