Los agentes habían acudido a un edificio de la calle Lev Yashin, en la capital chechena
Dos de los cinco sospechosos detenidos por el asesinato del político opositor ruso Borís Nemtsov han sido acusados judicialmente este domingo de haber perpetrado los hechos.
Se trata de Zaur Dadaev y Anzor Gubashev. Los dos sospechosos fueron detenidos en Ingusetia, pero son oriundos de Chechenia, en el Cáucaso. Al igual que el resto de sospechosos, fueron arrestados el sábado en la república rusa de Ingushetia (Cáucaso Norte).
El acusado Zaur Dadayev sirvió durante 10 años en el «batallón Sever», a las órdenes del Ministerio del Interior checheno, según hizo saber el secretario para la Seguridad de la vecina Ingushetia.
Las dos primeras detenciones fueron anunciadas el sábado por el máximo responsable del FSB (Servicio Federal de Seguridad), Alexander Bortnikov.
Según la agencia de prensa RIA Novosti, Dadayev era comandante adjunto de un batallón del Ministerio del Interior de Chechenia. Por su parte, Gubashev trabajó para una empresa de seguridad privada en Moscú, agregó RIA Novosti.
Las detenciones tuvieron lugar poco más de una semana después del asesinato de Nemtsov, ex viceprimer ministro del expresidente Boris Yeltsin y férreo opositor al presidente Vladimir Putin.
En total son cinco los detenidos después de que en las últimas horas se haya anunciado la detención del hermano menor de Gubashev, Shagid, y otros dos sospechosos que han sido identificados como Bakhayev y Eskerkhanov.
Un sospechoso se inmola
Un sospechoso del asesinato del político opositor ruso Boris Nemtsov acabó con su vida haciendo detonar una granada anoche en Chechenia, tal y como ha informado la agencia Interfax.
La policía acudió a un edificio de la calle Lev Yashin, en la capital chechena, Grozny. Los agentes exigieron que se entregara a lo que el sospechoso contestó arrojando una granada.
Después hizo detonar otra en el propio edificio que acabó con su vida. La identidad del fallecido no se conoce por el momento.
Varias hipótesis
Boris Nemtsov murió de cuatro balazos recibidos en la espalda, cuando paseaba con su novia en un puente del centro de Moscú, muy cerca del Kremlin y la Plaza Roja.
En principio, los sospechosos deben comparecer ante un tribunal de Moscú el domingo, dijo una portavoz judicial, Anna Fadayeva, que no precisó si acudirán los cuatro detenidos.
Los investigadores no dieron ninguna indicación sobre cuál podría haber sido el móvil del asesinato, pero sugirieron que Nemtsov fue ejecutado para desestabilizar a Rusia, que se encuentra enfrentada a Occidente debido a la guerra en Ucrania.
En Rusia se barajan varias hipótesis sobre la causa de su muerte, como sus críticas al papel de Rusia en el conflicto de Ucrania o su condena de los asesinatos en París contra los periodistas de la revista satírica francesa Charlie Hebdo.
El asesinato de Nemtsov en una de las zonas más vigiladas de Rusia conmocionó a la oposición rusa y provocó una fuerte condena internacional.
Los seguidores del opositor, de 55 años, aseguran que fue abatido por orden de altos cargos del gobierno con el fin de silenciar a los disidentes.
Asesinato por motivos políticos
La hija de Nemtsov, Zhanna Nemtsova, aseguró en una entrevista para la CNN desde Alemania que el asesinato se produjo obviamente por «motivos políticos». «En un régimen autoritario, cualquier persona que no está de acuerdo con los políticos, que critica el punto de vista oficial, es peligrosa», declaró.
Su padre llevaba tiempo denunciando que lo seguían y que habían pinchado su teléfono.
Putin describió el asesinato del opositor como una tragedia que deshonra a Rusia y prometió que se haría todo lo posible por juzgar a los que cometieron ese «vil y cínico asesinato «.
Muchos rusos creen que, aunque no esté directamente implicado en el asesinato, Putin es responsable de atizar el odio contra la oposición, al calificarla con frecuencia de «quinta columna» de traidores y espías, un mensaje ampliamente difundido por los medios gubernamentales.
El presidente ruso utilizó por primera vez esta expresión tras anexionarse la península ucraniana de Crimea, el año pasado. Esta decisión de Moscú tensó mucho las relaciones con Occidente, que nunca fueron tan malas desde el final de la Guerra Fría.