Siguen haciendo de la suyas sin que nadie ponga freno a sus ‘locuras’. Son los miembros del Estado Islámico, que vuelven a cargar contra los homosexuales, y contra todo aquel que incumple las estrictas leyes religosas que imperan en su califato.
Esta vez se han encargado de lanzar en las redes sociales las fotos de tres varones de rodillas y con una venda en los ojos; un anciano que lee la sentencia de muerte dictada por un tribunal islámico; el verdugo alzando una espada, las víctimas y el respetable que asiste al evento. El escenario es Nínive.
Dos de los ajusticiados estaban acusados de practicar la sodomía, mientras que el otro fue encontrado culpable de blasfemar y de ofender al profeta Mahoma.