Le acusan de "emplear medios públicos para una actividad privada, de la que saca beneficio económico"
Como Pedro por su casa. A su aire. Moviendo la coleta por todos los rincones del Parlamento Europeo, como si fuera un plató cualquiera.
Así se comporta el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en la Eurocámara, con tal de chupar cámara en su conocido programa ‘La Tuerka’.
DESESPERADOS
Y tal actitud levanta la ira, sobre todo, en importantes miembros de la delegación española en Bruselas, que le acusan de
«emplear medios públicos para una actividad privada, de la que saca beneficio económico».
A TUTIPLÉN Y POR EL MORRO
De ello da cuenta ‘El Confidencial Digital’, que afirma que desde la reapertura del Parlamento Europeo tras las elecciones de mayo,
«no ha hecho más que grabar en Bruselas declaraciones y entrevistas, utilizando todos las cámaras y el resto de medios audiovisuales que la Cámara pone a disposición de todos los eurodiputados.»
Esas grabaciones, explican algunos representantes españoles, las realiza en los dos platós de que dispone el Parlamento Europeo, pero
«también en espacios comunes, filmando así también a personas que no tienen la necesidad de salir en su programa».
El ex de Tania Sánchez se mete incluso, y sin hacerle ascos, en un plató muy utilizado por los periodistas acreditados para conexiones en directo.
«Se sienta, junto a su invitado de turno, en el sillón o las sillas que están situados ahí, y se pone a grabar la conversación durante un largo rato. En ocasiones, sin embargo, inicia ahí las grabaciones pero continúa con la cámara por otras dependencias del Parlamento».
Esta misma semana, de hecho, volvió a utilizar el ‘VoxBox’ para entrevistar a su compañera de grupo parlamentario, la portuguesa Marisa Matias.
También usa el lugar, sin complejos, para realizar declaraciones en directo en programas de televisión, como por ejemplo Las Mañanas de Cuatro.
Las fuentes de Podemos explican que siempre que han realizado alguna grabación han contado con la autorización previa de los servicios audiovisuales del Parlamento Europeo.
Es más, aseguran que, para usar el ‘VoxBox’,
«la única condición que ponen es que intervenga un eurodiputado. Está a disposición de todos los que lo pidan».