También abordará el conflicto contra el grupo yihadista Estado Islámico en Siria y, sobre todo, en Irak
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha señalado la «agresión rusa en Ucrania» como una de las cuestiones centrales de la agenda de la cumbre del G-7 que comienzó este domingo 7 de junio de 2015 en los Alpes alemanes, y ha instado al grupo a hacerle frente.
La canciller Angela Merkel presentó a Obama a su llegada como amigo de Alemania, pese a las discrepancias que mantienen.
El inquilino de la Casa Blanca también ha marcado economía, extremismo y cambio climático como cuestiones clave.
«En los dos próximos días vamos a tratar en Schloss Elmau sobre nuestro futuro común, la economía global que cree puestos de trabajo y oportunidades, sobre el mantenmiento de una Unión Europea fuerte y próspera, la construcción de nuevas asociaciones comerciales a través del Atlántico, cómo plantarse ante la agresión rusa en Ucrania, combatir el extremismo violento y el cambio climático»,
ha afirmado Obama, ya en Alemania.
«En todas estas cuestiones estamos muy agradecidos por la colaboración y liderazgo de vuestra canciller, Angela Merkel», ha añadido en declaraciones precisamente junto a la dirigente alemana.
Petición de sanciones
Todo apunta a que Obama pedirá sus colegas europeos que amplíen las sanciones contra Rusia. Las actuales han conseguido, según fuentes de la administración estadounidense a la cadena CNN, debilitar la moneda rusa, el rublo, y generar el descontento entre la población.
Sin embargo, la Casa Blanca admite que estas medidas han sido, hasta el momento, ineficaces para afianzar el frágil alto el fuego en el este de Ucrania, donde persisten las escaramuzas entre el Ejército ucraniano y los separatistas prorrusos.
El presidente Obama también abordará el conflicto contra el grupo yihadista Estado Islámico en Siria y, sobre todo, en Irak. En este último país, la caída de la ciudad de Ramadi en manos de los islamistas ha precipitado las peticiones del Gobierno iraquí para recibir más ayuda militar. Estados Unidos ha avanzado que no hará regresar a sus soldados tras más de una década de sangriento conflicto.
Obama, que mañana se reunirá en Alemania con el primer ministro iraquí Haider el Abadi, no anunciará nuevas medidas de ayuda a Irak, y recordará que su administración ya está colaborando con el Gobierno de Bagdad a través del envío de oficiales para entrenar a las fuerzas iraquíes.
Obama mantendrá una reunión con la canciller alemana Angela Merkel, que ha manifestado su oposición al envío de armas al Ejército ucraniano, frente a la postura que mantienen algunos miembros de la Casa Blanca, como el vicepresidente Joe Biden, que no han descartado esta posibilidad.
En cualquier caso, no se espera una decisión sobre este tema durante la cumbre. «Nuestro punto de vista es ‘mantener el rumbo'», según el secretario de Asuntos Europeos de la Casa Blanca, Charles Kupchan. «Siempre hemos dicho que apoyaremos una salida negociada a esta crisis».
Amigos pese a las diferencias
«A pesar de nuestras diferencias de opinión, Estados Unidos es nuestro amigo, nuestro aliado, un aliado esencial con el que cooperamos estrechamente en interés mutuo», subrayó Merkel en un breve discurso al recibir a Obama en la pequeña localidad alpina de Krün, en Baviera, antes de comenzar la cumbre del G7.
«Hoy celebramos una de las alianzas más firmes que existen en el mundo», subrayó, por su parte, Obama en referencia a la amistad germano-estadounidense, sin aludir a las divergencias últimas entre ambas potencias tras revelarse los programas de espionaje de EEUU en suelo germano.
Alemania conmemora este año el 25 aniversario de la reunificación del país y Merkel quiso agradecer la contribución de EEUU, un país con el que apostó por cooperar «estrechamente» ante la existencia de valores compartidos.