Durante dos meses se especuló mucho sobre la suerte de una de las bandas más populares de Corea del Norte y la favorita del líder Kim Jong-un: la Moranbong Band.
¿Dónde estaba el grupo de mujeres que conformaban el conjunto musical que había dado el salto a la fama?
¿Habían sido silenciadas por el régimen? ¿Su fama había jugado en contra de su suerte?
Nadie había visto a la Moranbong Band desde el pasado mes de julio, en su última aparición televisiva, y los titulares de los medios comenzaron a elucubrar toda clase de teorías sobre el destino de la banda en uno de los países más herméticos del planeta.
«La banda favorita de Kim Jong-un ha desaparecido», se leyó en el titular de un diario surcoreano.
Y no era fácil de no notar su ausencia: la Moranbong Band está conformada por un multitalentoso grupo de hasta 12 mujeres que pueden interpretar el violín, el chelo, saxofón, batería y cantar.
Pero antes de que se secara la tinta del periódico, la banda femenina hizo su aparición en un concierto en la capital del país, Pyongyang, que resultó multitudinario.
¿Caídas en desgracia?
Nadie sabe por qué las mujeres de Moranbong Band callaron durante estos últimos meses. Si en Occidente es complicado descifrar los rumores sobre las celebridades, en Corea del Norte resulta casi imposible.
Lo que se conoce hasta ahora es que desde julio la banda no había hecho ninguna presentación en vivo y solo se registraron algunas reproducciones de sus canciones -una mezcla de propaganda del gobierno y covers de algunos clásicos del pop occidental-, que sonaron para el público combinadas con imágenes urbanas y de la campiña norcoreana.
En Corea del Norte, cuando una figura pública -en este caso, un conjunto considerable de artistas- desaparece las especulaciones sobre su destino están a la orden del día: ¿fueron ejecutadas?, ¿por qué cayeron en gracia del líder Kim Jong-un?
Pero en este caso, las cosas resultaron más inocentes.
Ciertamente no perdieron la simpatía de Kim Jong-un, quien estuvo en primera fila durante la presentación del grupo este lunes, en medio de una visita oficial de una delegación de Cuba.
De acuerdo a los medios locales, la banda interpretó canciones cubanas y norcoreanas, incluyendo la versión orquestada de «Pyongyang es lo mejor».
«Al final del concierto el teatro se llenó de aplausos y ‘hurras’ para la banda. Kim Jong-un felicitó efusivamente a las artistas y al público», escribió la prensa estatal.
Banda rival
En medio del mar de rumores que siguió a la «evaporación» del grupo durante dos meses, una de las teorías mediáticas apuntaba al surgimiento de una banda rival, nacida en el preciso instante en que las Moranbong salieron del radar: la Chongbong Band.
La agencia estatal de Corea del Norte describió al conjunto como una «prometedora tropa de arte revolucionario» y dejó que la prensa surcoreana creyera que el nuevo grupo había sido creado porque la Moranbong Band había sido disuelta.
¿Pero, por qué tanta atención por un grupo musical en Corea del Norte?
Desde julio de 2012, estas siete mujeres se habían convertido en el sonido favorito del país.
Su estilo es bastante parecido a grupos corales como Il Divo, reconocidos por interpretar versiones de canciones populares en Occidente como «My Way» (A mi manera) o el tema que sirve de banda sonora a «Rocky», la película que hizo famoso a Sylvester Stallone.
Pero también en su repertorio hay un espacio para composiciones nacionalistas, cuyos títulos son algo así como «Mi madre patria llena de esperanza» o «Pensamos en nuestro líder supremo de día y de noche».
Vestidos rimbombantes
Y a diferencia de los castos overoles que viste la mayoría de las mujeres en el país asiático, las integrantes del grupo siempre andan con faldas cortas ceñidas al cuerpo, levemente provocativas para la norma norcoreana, en un estilo que ha sido bautizado como «conservadoramente sexy».
La intención es no mostrar demasiado, pero al menos lograr ser comparadas con grupos similares que son exitosos en el país vecino, Corea del Sur.
Más allá del decidido apoyo del líder norcoreano, las críticas han sido favorables en diarios alrededor del mundo, que por supuesto no están sujetos a la influencia del gobierno a la hora de calificar a la banda.
Por ejemplo, el diario británico Daily Telegraph afirmó que el conjunto no es «lo que esperarías de un régimen totalitario sin sentido alguno de la moda, donde el gris es el nuevo gris. Su show podría pasar tranquilamente como si estuvieran representando a Azerbaiyán en Eurovisión».
Pero toda la saga de rumores sobre la «desaparición» y reaparición del grupo ha dejado una lección: no se puede sobre especular sobre lo que ocurre en un país como Corea del Norte.
Muchas cosas cuestionables están ocurriendo allí, especialmente en sus campos de presos políticos. Pero no todas las cosas horribles que se informan resultan ser verdad.