En pleno homenaje a las víctimas de los atentados de hace 15 días en París, entre el minuto de silencio y el canto de La Marsellesa, rodeado de militares milimétricamente formados y de banderas de Francia al aire, el presidente galo ha lanzado otra promesa, contundente, de acabar con el Estado Islámico.
François Hollande, en su turno de palabra, ha rendido homenaje a las víctimas, ha resaltado los valores que encarnaban ellos y su país (como la juventud, la cultura, la diversidad y la libertad) y ha comprometido «todos» los esfuerzos para acabar con los yihadistas. Francia no olvidará jamás «el acto de guerra diseñado lejos y friamente ejecutado en nombre de una causa falsa».
Los 130 asesinados lo han sido «porque representaban la vida», «han sido abatidos porque representaban a Francia, han sido masacrados porque representaban la libertad», ha dicho. «Los que cayeron eran Francia», ha enfatizado, para después prometer que su Gobierno «tras enterrar a los muertos reparará a los vivos». «Os prometo solemnemente que Francia hará destruir ese ejército de fanáticos que cometió esos crímenes para proteger a nuestros hijos», ha añadido el presidente francés. «Llevaremos el combate hasta el final y lo ganaremos», ha añadido.
A la generación Bataclán, como se conoce a los jóvenes atacados en bares y discotecas, les ha pedido que, pese al golpe recibido, vivan la vida sin espíritu de revancha. La Marsellesa, el himno que simboliza más que nunca la unión del pueblo francés, volvió a sonar después de las palabras del presidente. A dos semanas del peor atentado vivido en la capital gala, el Gobierno ha pedido a los vecinos del centro de la ciudad que coloquen las banderas nacionales en las ventanas.
AYUDA SOLIDARIA A LAS VÍCTIMAS
Por otra parte, la prensa francesa se hace eco de que las donaciones por internet a los familiares y allegados a las víctimas de los atentados sobrepasan ya los 500.000 euros. Algunas de las donaciones son individualizadas y en casos como el de Léon, hijo de una víctima en Bataclan, superan los 150.000 euros, mientras se han reunido 32.000 euros para la familia de Houda y Salima Saadi, asesinadas delante del restaurante La Belle Équipe.
La iniciativa pretende costear los funerales, garantizar los estudios de los niños huérfanos después de la tragedia o simplemente dar un pequeño apoyo a los familiares. Además, la banda de rock estadounidense Eagles of Death Metal ha manifestado su deseo de ser el primer grupo que toque en la reapertura de la sala Bataclan, donde murieron, durante un concierto suyo, 89 de las 130 personas masacradas por un comando del grupo yihadista Estado Islámico el 13N en París.
«Quiero volver a París. Quiero tocar. Quiero que seamos la primera banda que toque en el Bataclan cuando reabra. Nuestros amigos fueron a ver rock y murieron. Yo quiero volver y vivir», dice Jesse Hughes, el cantante del grupo, en una entrevista.