«Aunque solo se hubiera elegido a una mujer, estamos realmente muy orgullosas. Honestamente, no esperábamos que ninguna ganara», dijo la activista de los derechos de la mujer Sahar Hasan Nasief, originaria de la ciudad de Yedá, en el mar Rojo.
Estas 20 candidatas representan apenas 1% del total de 2.106 cargos elegidos por votación popular en estas elecciones.
Jadra al Mubarak confirmó a la agencia de noticias AFP que logró salir electa en la ciudad costera de Qatif.
«Voy a estar en contacto con la sociedad, especialmente con las mujeres, para llevar su voz y sus peticiones al consejo. Prometo que voy a representarlas en todos los sentidos», afirmó.
Salma Bent Hizab al Oteibi ganó un escaño en el consejo municipal de Madrakah, una localidad de la región de La Meca, primer lugar santo del islam, precisó el presidente de la comisión electoral, Usama Al Bar, al comunicar los primeros resultados de los comicios municipales a la agencia oficial SPA.
Afrontaba a siete hombres y otras dos mujeres en los comicios del sábado.
En la región noroccidental de Jawf, la candidata Hanouf Bent Mufrih Ben Ayid al Hazmi, también logró ser elegida.
La monarquía saudita es uno de los países más restrictivos del mundo para las mujeres, que no tienen derecho a conducir y necesitan el visto bueno de un hombre para trabajar o viajar.
El país era el último del mundo en negar el derecho de voto y la candidatura a sus ciudadanas.
El sábado, los votantes eligieron entre 6.000 hombres y más de 900 mujeres autorizadas a presentarse por primera vez. Todas ellas aspiraban a un escaño en las 284 asambleas municipales, las únicas compuestas por representantes electos pero con poder limitado.
Las mujeres tuvieron que superar una serie de obstáculos en las elecciones. Las candidatas no tenían derecho a reunirse cara a cara con votantes masculinos durante la campaña, y las electoras aseguraron que su registro en las listas se vio entorpecido por obstáculos burocráticos y por el hecho de no poder conducir.
A consecuencia de ello, las mujeres representaban menos del 10% de los votantes registrados y muy pocas tenían esperanzas de ser elegidas.
La tasa de participación fue de 47,4%, con 702.542 votantes, anunció el ministro de Asuntos Municipales y Rurales, Abdelltif al Cheij.
Unas 119.000 mujeres se inscribieron por primera vez en una lista electoral, de un total de casi 1,5 millones de votantes según cifras oficiales.
Los consejos municipales se encargan de asuntos locales como la limpieza de las calles, la mantención de las zonas ajardinadas y la recolección de basura.
Varias candidatas mostraron su orgullo por poder presentarse a los comicios, aunque no tuvieran esperanzas de ganar. Las votantes, algunas de ellas con lágrimas en los ojos, decían estar felices por hacer algo que sólo habían visto en la televisión o en las películas.
Para Nasima al Sadah, una activista de la ciudad oriental de Qatif, las mujeres no tenían por que votar a una persona de su sexo. «Lo importante es apoyar a una buena persona» y ejercer el derecho a voto, dijo.
Este sábado votó a un hombre, a pesar de que no pudo presentarse a las elecciones tras ser descalificada por motivos desconocidos, en vísperas de los comicios. Según ella, la votación transcurrió sin incidentes, al contrario del registro en las listas.
Muchas mujeres utilizaron las redes sociales para defender sus candidaturas, pero unas cuantas, como Sadah, ni siquiera pudieron participar en la contienda electoral tras ser descalificadas.
Varios países occidentes y ONG están pendientes de la situación de los derechos humanos en el reino, dirigido por el rey Salmán, de la dinastía sunita de los Al Saud.
Un tímido proceso de apertura arrancó bajo el reinado del rey Abdalá (2005-2015), predecesor de Salmán, que concedió en 2011 a las saudíes el derecho de voto y de ser elegidas.